Tal y como os contamos siempre que podemos, la aplicación de la tecnología al mundo sanitario no ha hecho más que mejorar notablemente tanto la atención que recibimos en los hospitales como, por extensión, nuestra calidad de vida. Además, la mejora en el diagnóstico gracias a elementos tecnológicos hace que vayamos por la vida con una sensación de seguridad mucho mayor. Durante los últimos años han sido muchas las pruebas fiables que han surgido para afecciones que hasta entonces no tenían remedio, o las que han llegado para afinar mucho más el tiro. Un buen ejemplo de ello es la colposcopia digital, un avance que las pacientes femeninas agradecen enormemente, pero… ¿habías escuchado hablar sobre ella? ¿Sabes cómo puede ayudarte en un momento dado? Hoy te contamos todo lo que sabemos sobre ella y, sobre todo, en qué tipo de momento necesitarías recurrir a ella.

¿Qué es una colposcopia digital?

La colposcopia digital es un tipo de prueba diagnóstica que se utiliza en la detección temprana del cáncer de útero. En toda enfermedad es importante obtener un diagnóstico lo más veloz posible, pero la experiencia nos dice que con el cáncer, sea del tipo que sea, resulta más importante aún. De ahí que contar con un método con el que poder detectar en su fase más temprana células cancerosas en el cuello uterino, o anormales que pueden llegar a convertirse en cancerosas, constituya un avance tan tremendamente positivo para nuestra sociedad. Además, este método también es capaz de identificar ciertas lesiones provocadas por el virus del Papiloma Humano, por lo que se puede decir que con la colposcopia digital se matan dos pájaros de un tiro, ¡e incluso alguno más! Lo decimos porque este método también es capaz de localizar verrugas genitales o incluso pólipos en esta parte de la anatomía humana de la mujer. Aunque cada vez sabemos más sobre él, en realidad el cuerpo humano sigue siendo un auténtico desconocido para nosotros. De ahí que todo avance que surja en la detección temprana de un mal tan letal como el cáncer de útero deba ser celebrado. Ahora bien, ¿en qué se diferencia una colposcopia digital de una citología vaginal a la antigua usanza? La citología o prueba de Papanicolau consiste en extraer una muestra de tejido para analizarla, mientras que la colposcopia digital es una prueba visual en la que solo se extrae una biopsia en caso de sospecha. Eso sí, ambas pruebas diagnósticas son plenamente complementarias, puesto que son muchos los casos en los que una colposcopia digital puede confirmar las sospechas nacidas a raíz de una citología.

Colposcopio digital portátil

El colposcopio es el instrumento que se utiliza para llevar a cabo una colposcopia digital. ¿Y cómo es capaz esta herramienta de afinar el resultado de una citología sin la necesidad de realizar una biopsia en un primer momento? La biopsia, es la extracción de un trozo de tejido para analizar y poder determinar la situación en la que se encuentra el cuello del útero. Sin embargo, el colposcopio funciona de una forma muy distinta. Para empezar, se trata de una prueba que puede realizarse tanto en la consulta del médico de cabecera como en la del ginecólogo. Ello se debe, además de la sencillez de su uso para un profesional sanitario, al hecho de que es muy fácil de transportar. En cuanto a la prueba en sí, es diferente a todo lo que se había visto hasta el momento. Básicamente, la colposcopia digital se basa en el uso de la luz. El aparato ilumina el interior del órgano reproductor femenino, ofreciendo así una vista lo suficientemente visible y aumentada de los posibles tejidos con anormalidades. Eso sí, lo que se introduce en el cuerpo no es el colposcopio, sino un espéculo cuyo principal objetivo es ofrecer los mejores planos al especialista. Gracias a este sistema, que utiliza o bien un poco de vinagre o bien una solución yodada para mejorar aún más la percepción del interior de la vagina, un médico puede determinar, a simple vista, si ocurre algo anómalo en ella. De ser así, esta vez sí, se toma una biopsia, pero se toma en la zona exacta en la que podría estar sucediendo el problema.

Preparación y posibles efectos secundarios de la colposcopia

Una colposcopia digital es un proceso que puede llegar a resultar molesto, pero completamente indoloro a no ser que haya que tomar una muestra de tejido. Lo primero que hay que saber es que nunca hay que programarla durante la semana del periodo. Además, no se deben aplicar medicamentos o cremas en la zona durante al menos 48 horas antes de llevarla a cabo, así como no practicar tampoco sexo vaginal durante ese tiempo. Respecto a los posibles efectos secundarios del proceso, no existen como tal, una vez más, a no ser que conlleve una biopsia. Al fin y al cabo, esto último es una extracción de tejido orgánico, lo que conlleva una pequeña lesión y un sangrado obvio. Esto, además de ciertas molestias físicas, puede acarrear un sangrado más oscuro y abundante de lo habitual. En principio no ocurre nada, esto puede deberse a las sustancias que utilizan los médicos para cortar la hemorragia, pero si la cantidad es demasiado abundante o el dolor sobrepasa lo soportable, lo mejor es acudir a un centro médico sin mayor dilación. Al igual que se aconseja tener ciertos cuidados antes de la colposcopia digital, lo indicado es que sea el médico el que indique cuánto hay que esperar para volver a mantener relaciones o aplicar ciertos productos en la zona afectada.

Sí, la colposcopia digital puede ser una prueba diagnóstica algo más molesta que muchas otras, pero en este caso, como en otros muchos en medicina, no hay duda de que el fin justifica los medios. Lo normal es que, con el tiempo, vayan surgiendo métodos mucho más cómodos tanto para los pacientes como para los propios profesionales, ¡pero que no se os olvide que la salud siempre es lo primero!