La hipertrofia de adenoides se engloba dentro de las patologías del área "otorrinolaringológica" que afectan típicamente a la infancia. Te explicaremos en qué consiste y lo más importante, cómo puede tratarse.

¿Qué es la hipertrofia de adenoides?

Las adenoides son una glándula linfoide, es decir, están compuestas por tejido que sirve para las defensas. Se conocen popularmente como vegetaciones.

Las glándulas adenoides están situadas en la parte superior de la faringe, cerca de los orificios posteriores de la nariz, por lo que no pueden observarse desde el exterior.

Forman parte de una red de tejido linfático que dibuja un anillo imaginario en torno a los orificios de entrada de la vía digestiva y la vía respiratoria, es decir, de la boca y de la nariz. Esta estructura se conoce como "Anillo de Waldeyer" y tiene una importante función durante la infancia, teniendo en cuenta que es una época donde se producen muchas infecciones respiratorias. Otro de los componentes del Anillo de Waldeyer son las amígdalas palatinas o anginas, que sí somos capaces de ver si abrimos la lengua y que también pueden originar patología de esta zona.

En la terminología médica, hablamos de hipertrofia cuando un órgano o sistema está aumentado de tamaño. De forma que la hipertrofia adenoidea se refiere al hecho de que las adenoides están aumentadas de tamaño.

El principal problema que origina este incremento de volumen es la obstrucción respiratoria y el aumento de las secreciones.

Causas de la hipertrofia adenoidea

La hipertrofia adenoidea suele estar provocada por las infecciones respiratorias de repetición que se producen en la primera infancia, con el inicio de la escolarización. Influyen también factores genéticos y por eso hay familias en las que es algo común a varios miembros.

El problema del tamaño de las vegetaciones es la relación entre estas y la cavidad faríngea donde están situadas. Por eso, cuando los niños se hacen más mayores y el espacio crece, puede seguir originando síntomas, pero la tendencia general es a mejorar.

hipertrofia adenoidea

Síntomas de la hipertrofia adenoidea

Los síntomas suelen estar causados por dos problemas principales: la obstrucción al paso de aire y el aumento de secreciones

  • Mucosidad frecuente. Es muy frecuente el moqueo casi continuo, la congestión nasal habitual. A menudo tienen una voz nasal, gangosa.
  • Respiración bucal. Respiran con la boca abierta y aparte de las consideraciones estéticas, es un hecho que puede originar mal aliento, mayor frecuencia de caries y maloclusión dentaria e incluso de forma secundaria, alguna dificultad fonética, ya que todas las estructuras de la boca y de la mandíbula pueden afectarse en su forma y función por este tipo de respiración.
  • Infecciones óticas de repetición. Tanto la obstrucción como la presencia de moco en la faringe ocasionan ocupación de las trompas de Eustaquio que están en el oído ocasionando infecciones repetidas. Las otitis repetidas precisan tratamientos antibióticos frecuentes y pueden originar hipoacusia (disminución de la audición). La presencia de mocos constantes en el oído puede no causar infección pero sí igualmente hipoacusia, y esto es especialmente relevante en las etapas en las que el desarrollo del lenguaje es muy importante. En determinados niños, un retraso del lenguaje puede solucionarse tras el diagnóstico y tratamiento de una hipertrofia adenoidea.
  • Ronquidos nocturnos y sueño de mala calidad. Un niño nunca debe roncar por la noche (salvo con causas justificadas como un proceso respiratorio agudo). Roncar en la infancia siempre es un signo de patología que hay que estudiar. Los ronquidos causan un sueño de mala calidad con microdespertares frecuentes que puede conllevar irritabilidad y rabietas durante el día. En casos de obstrucción severa, pueden producirse apneas. Las apneas son pausas respiratorias de más de 10 segundos y son una indicación de tratamiento quirúrgico preferente.

En niños con problemas de sueño, siempre hay que descartar la obstrucción de la vía aérea.

Todas estas características hacen que el aspecto de la cara sea característico y que los pediatras la califiquemos como “facies adenoidea”.

Diagnóstico de la hipertrofia adenoidea

El diagnóstico fundamentalmente es clínico, es decir, que en la mayoría de casos, no es necesario realizar exploraciones complementarias para la conclusión diagnóstica, que se basa en la presencia de los signos y síntomas descritos.

El tamaño de las adenoides puede valorarse mediante la visión indirecta con nasofaringoscopia o con una radiografía lateral de cavum, que ve la garganta de perfil. Otras pruebas que los especialistas pueden solicitar son una timpanometría o una audiometría para ver la afectación de la audición.

En casos en los que el signo guía sea el trastorno del sueño, puede indicarse una polisomnografía.

Tratamiento de la hipertrofia adenoidea

El tratamiento de la hipertrofia adenoidea es quirúrgico mediante una intervención que se conoce como adenoidectomía. Aun así, no se realiza en todos los niños con hipertrofia adenoidea, siempre es una indicación personalizada.

La adenoidectomía consiste en un raspado de parte de las vegetaciones, accediendo a la faringe a través de la boca. Es un procedimiento corto, con pocas complicaciones, pero que requiere anestesia general.

Bibliografía
  • Hipetrofia adenoidea o vegetaciones. Página web En Familia de la Asociación Española de Pediatría https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/hipertrofia-adenoidea-vegetaciones
  • Pedrero Escalas MF, Padilla Parrado M, Ruiz de Gauna E, Jiménez Antolín JA, Caro García M. Otitis secretoras de repetición e hipertrofia adenoidea. Form Act Pediatr Aten Prim. 2013;6;189-93