Lo primero en lo que pensamos cuando leemos acerca de una mano robótica es en cualquier película futurista que hayamos visto en el cine. Sin embargo, la evolución en esta rama de la ciencia ha evolucionado tantísimo en los últimos años que algunos campos están prácticamente a la altura de lo que un día pudo imaginar el mismísimo Isaac Asimov, padre de las famosísimas leyes de la robótica. Es el caso, por ejemplo, de la tecnología de mano robótica de la que venimos a hablaros hoy. Se espera que, para poco después de que el hombre vuelva a pisar la Luna, la presencia de robots en la medicina se ha duplicado. Y no solo eso, sino que además sean mucho más avanzados de lo que hayamos podido soñar nunca. Eso sí, ¿qué es y cómo funciona una mano robótica? ¡Eso es precisamente lo que hemos venido a contaros!
¿Qué es la mano robótica?
El ser humano ha conseguido desarrollar la inteligencia suficiente para evolucionar como especie hasta el punto de dominar el planeta en el que hoy vivimos. Eso sí, hay varias cosas que siempre hemos soñado y que aún no hemos podido hacer por nosotros mismos: volar como los pájaros y dotar de vida un objeto inerte. Lo primero llevamos décadas haciéndolo gracias a los aviones, aunque la sensación, desde luego, no es la que ansiamos desde los orígenes de nuestra especie. De la segunda, sin embargo, estamos cada vez más cerca gracias a los robots y el espectacular avance de la inteligencia artificial. Las manos robóticas son un buen ejemplo de ello. Si una mano suele resultar complicada de dibujar, no queráis imaginar lo que debe ser intentar replicar su funcionamiento. El cuerpo humano es una máquina absolutamente perfecta y por eso, para poder avanzar en la robótica, debíamos fijarnos en él para hacer estos ingenios a nuestra imagen y semejanza. La mano robótica es un elemento tecnológico vital para dar los pasos que faltaban hacia un modelo de robots completamente funcionales en todos los sentidos. Además, como veremos en los próximos apartados, los últimos avances son los que han permitido que se empiece hablar de la aplicación de este tipo de artilugios incluso en quirófano. ¿El objetivo? Buscar movimientos más fluidos, más fiables, que permitan pensar en la mano robótica como una alternativa viable a las expertas manos de un cirujano. Creednos, dentro de muy pocos años preferiréis poneros en manos de una máquina antes que en las de un humano. Y con razón. Las máquinas no fallan. No se cansan. Están concebidas para funcionar siempre a la perfección, y ahora que además pueden hacerlo, van a ser absolutamente insuperables.
¿Cómo funciona?
A finales de 2020 descubrimos que los estudiantes de un centro educativo catalán habían desarrollado una mano robótica verdaderamente revolucionaria en nuestro país.
- El artilugio podía, por ejemplo, acoplarse a los robots quirúrgicos ya existentes para realizar operaciones sin la intervención directa de un cirujano.
Es decir, este guía la mano, pero las suyas no entran en contacto con el paciente en ningún momento.Su aspecto era bastante rudimentario, pero al fin y al cabo eso es lo de menos, ¡lo verdaderamente importante era que funcionase y eso lo hacía a la perfección! Un gran avance tecnológico en un país en el que aún estamos en pañales en ciertos aspectos, pero en el que poco a poco parece que vamos cogiendo el paso. Eso sí, tan solo unos meses antes, en julio de 2020, nos llegaban noticias desde el otro lado del charco.
- Un equipo de ingenieros de la Universidad Estatal de Michigan había creado una mano robótica con la misma fuerza, estabilidad, eficiencia y agarre que una mano humana.
- De hecho, incluso sus dedos podían moverse de forma independiente. Vamos, que lo mismo podría operar a corazón abierto que dar un recital de piano, y eso nos resulta realmente alucinante.
¡Y ahí no quedan las virtudes de las manos robóticas para la medicina! También hemos visto otro de estos ingenios, en esta ocasión desarrollado por investigadores de la Universidad de Houston, que está recubierto por una piel inteligente. ¿Y esto qué implica?
- Pues que, además de tener un movimiento completamente funcional, su material permite al robot recopilar información sobre la salud de un paciente para que pueda ser diagnosticado por un doctor de forma remota.
Todo un invento, desde luego, y la cosa no ha hecho más que empezar.
Objetivo de la mano robótica en cirugía
Que una mano robótica sea capaz de ‘diagnosticar’ a una paciente solo con tocarlo nos parece una barbaridad. Eso sí, donde más utilidad le vemos a este tipo de tecnología es, sin duda alguna, en el ámbito quirúrgico. Si los modelos actuales o alguno de los que están por venir demuestran una fiabilidad aceptable, podríamos estar ante una auténtica revolución en los hospitales. Para empezar, las listas de espera se reducirían una barbaridad. Los robots solo necesitan parar cuando toca revisar sus componentes para ver si está todo en orden, así que se podrían hacer auténticas maratones quirúrgicas sin ningún tipo de problema. Y eso no es todo. Hasta que la IA pueda ocuparse por sí misma, cirujanos con excelentes conocimientos teóricos podrán hacerse cargo de las manos robóticas ante cualquier tipo de problema físico en sus manos. La mano robótica no tiembla, no necesita buen pulso porque ya lo trae de serie, así que puede ser una muy buena opción para que más doctores se animen con una especialidad que resulta clave. El primer objetivo de la mano robótica en cirugía debería ser convertirse en los mejores asistentes de los cirujanos reales. En cuanto al medio-largo plazo, con la instauración del 5G y el 6G después, una técnica más depurada y una fiabilidad a prueba de bombas, nos tocará acostumbrarnos a que sea una mano robótica la que nos opere, sin intervención humana de ningún tipo. Tranquilos, las leyes de Asimov nos protegen… ¿o no?