Si nos dio tiempo de sobra a descubrir durante la pandemia de coronavirus es que la desorganización de nuestra sociedad llega incluso a quienes gestionan algo tan básico como los hospitales. Los centros sanitarios españoles no tenían, ni de lejos, el material que se necesitaba para hacer frente a una amenaza así. Sin embargo, justo antes de la llegada de la Covid-19 a nuestras vidas, resulta que el problema era justamente todo lo contrario: el sobreabastecimiento de algunos elementos por miedo a verse sin ellos.
Para solucionar esto, y para algunas cosas más que veremos hoy, han llegado a nuestras vidas los sistemas RFID o de ‘identificación por radiofrecuencia' A continuación os contaremos qué es y cómo funciona un sistema RFID, pero ya os adelantamos algo que os vendrá de maravilla saber: su principal objetivo es mantener el orden de forma que podamos ahorrar tiempo y dinero sin ningún tipo de esfuerzo.
Dicen los expertos que para 2022 los sistemas RFID tendrán un valor de mercado mundial de cerca de 5.000 millones de dólares, ¡y ahora veréis por qué!
¿Qué es el sistema RFID?
Tal y como hemos mencionado hace un momento, las siglas RFID hacen alusión a la identificación por radiofrecuencia, un sistema que promete hacer que las cosas en el sector salud se gestionen como nunca antes. Dicho sistema se basa en el uso de unas etiquetas que, mediante una señal de radio, permiten tener localizado en todo momento aquello que la lleve puesta, ya sea un objeto o una persona. Esto, como ya supondréis, aporta al sistema sanitario una buena serie de ventajas, puesto que uno de sus grandes problemas es precisamente no saber dónde está cada cosa en cada momento.
Dichas etiquetas son inteligentes y poseen un código único que puede ser verificado en vivo y en directo por los profesionales médicos. En efecto, una especie de carné de identidad que, al ser rastreado, proporciona en pantalla toda la información que hay almacenada sobre un medicamento, un paciente o un material quirúrgico que, de otro modo, podría no estar catalogado. Los errores médicos representan un alto porcentaje de los fallecimientos que se registran al cabo del año en el mundo, así que todo lo que suponga una ayuda en ese sentido, bueno es.
¿Y cómo se estructura un sistema RFID de seguridad para protección de datos? ¿Es realmente seguro? Consta de varios dispositivos, y sí, es completamente seguro dentro de un entorno controlado, lo que lo convierte en ideal para trabajar con datos sensibles.
Esto es lo que hace falta para disponer de sistemas RFID en nuestros hospitales:
- Etiquetas RFID: Son las encargadas de contener la información y emitir una señal de localización.
- Impresoras RFID: Imprimen las etiquetas al momento manteniendo el sistema en constante expansión.
- Lectores RFID: Se encargan de leer y rastrear las etiquetas.
- Antenas RFID: Son las que aportan ‘cobertura’ a todo el conjunto.
Aplicaciones de los sistemas RFID en el sector salud
Y ahora que os hemos contado lo que es un sistema RFID estaréis pensando que sí, que muy bien, pero que no visualizáis exactamente qué usos se le podrían dar a algo así. Puede incluso que estéis pensando que se trata de un gasto estéril para el sistema sanitario, ¿es así? Echad un vistazo a esto que os mostramos a continuación, ¡estos son algunos de los usos más útiles que se les pueden dar a las etiquetas RFID!
1. Sistemas RFID aplicados al material hospitalario
Lo normal con el material hospitalario es encontrarse con un auténtico caos a la hora de hacer un inventario. Las instituciones tienden a tener los almacenes ‘oficiales’, pero también otros no oficiales, muebles y cajoneras atestados de productos por miedo a quedarse sin ellos… Sin embargo, después llega un problema como el vivido durante las crisis del coronavirus y nos encontramos sin guantes, mascarillas EPIs y demás. ¿Cómo pueden ayudar las etiquetas RFID con esto?
Fácil, registrando cada producto con una de ellas, lo que permitirá saber tanto su ubicación exacta en todo momento como su cantidad, sin necesidad de registrarlo físicamente, o cambiar información sobre la marcha desde la pantalla del ordenador. Se acabó para siempre eso de no saber qué hay y qué no o para qué sirven las cosas.
2. Control de los pacientes, un nuevo mundo de posibilidades
Si desde el mismo momento en el que entra por las puertas del hospital le asignamos una etiqueta RFID a un paciente, con un número de identificación único, se minimizarán al máximo los posibles errores médicos. Se acabaron los informes en papel y los errores con medicinas, tratamientos o incluso operaciones. Cada detalle quedará registrado en una etiqueta que todo profesional sanitario tendrá que leer antes de emprender ningún tipo de acción.
Llevar un control tan minucioso en un centro en el que hay tantísima rotación de profesionales es algo harto beneficioso para una persona que queda ‘totalmente indefensa’ desde el mismo momento en el que se pone en manos de otras. Por eso esta tecnología nos parece maravillosa, ¡va a permitir salvar muchas vidas de aquí en adelante!
3. Sistemas RFID para el control de medicamentos
Y siguiendo con los posibles errores médicos, otro de los grandes usos de este tipo de tecnología es el hecho de tener controladísimos los medicamentos. Hay pastillas que se parecen muchísimo entre sí, soluciones líquidas que pueden no estar bien etiquetadas y otras que, con las prisas, se pueden utilizar en casos para los que están especialmente contraindicadas.
Con un gesto tan sencillo como el de aplicar el lector sobre la etiqueta RFID, el profesional médico sabrá todo lo que deba saber de un medicamento al instante. Además, el hecho de que se esté avanzando a nivel gráfico hace que lo tenga todo a un golpe de vista y con una interfaz agradable. Nada de perder el tiempo leyendo prospectos kilométricos a no ser que sea estrictamente necesario.
Está claro que con los sistemas RFID aplicados al sector salud ganamos todos, tanto pacientes como profesionales. Ahora solo falta que el sistema sanitario público español invierta en este tipo de soluciones, ¡aunque sus ventajas son tantas que creemos que será cuestión de poco tiempo!