Hablar de telemedicina, conociendo cómo funciona nuestro sistema sanitario, es hablar de algo que viene del futuro, como la chica de cierto anuncio de lejía. Sin embargo, los mismos avances tecnológicos que han hecho posible que llevemos en el bolsillo una cámara de fotos, una tienda en la que poder comprar de todo o a todos nuestros amigos, también parecen haber conseguido al fin que tengamos a nuestro médico a un solo clic de distancia.
La telemedicina tiene sus ventajas y sus desventajas, como todo en esta vida, pero ayuda más que entorpece. Tener la posibilidad de acceder a la opinión médica de un experto en cualquier momento, y desde cualquier lugar, es algo muy a tener en cuenta. Desde habitantes de pueblos aislados hasta un accidente en tiempo real, ya sea de tráfico o de alpinismo, ¡la de vidas que podrían salvarse con la tecnología que vamos a descubrir en el post de hoy!
Qué es la telemedicina
En un viaje a Nueva York hace unos meses, a mi pareja le salió un herpes en el labio. No pasaba nada, suele ocurrirle un par de veces al año y llevaba parches en el botiquín, pero al ir a abrir la cajita… solo había uno. No lo había comprobado antes, así que tocaba acudir a una Pharmacy. Ya nos había pasado algo parecido en París y no hubo problema alguno, pero ay, amigos, los americanos y sus cosas: resulta que allí no se podían comprar sin receta médica. ¿De verdad íbamos a tener que perder una mañana en la ciudad que nunca duerme buscando la consulta de un doctor?
Para nada, la farmacéutica nos señaló la pantalla de un ordenador que funcionaba con moneditas: el doctor estaba a tan solo un par de dólares de darnos la solución. Fue el primer contacto del que les escribe con un ejemplo de telemedicina, pero… ¿qué es la telemedicina? Pues ni más ni menos que el contacto entre médico y paciente gracias a los medios telemáticos, sin necesidad de estar uno frente a otro físicamente. A nosotros nos vino genial en aquel momento, pero con todo lo que vivimos después a causa del coronavirus, no pude evitar pensarlo ¿no nos habría ido mucho mejor en España con un sistema de telemedicina así en plena pandemia?
De esto hablaremos en el último apartado del post de hoy, pero ya os adelantamos un spoiler: sí, nos habría ido muchísimo mejor. La telemedicina no solo permite una atención de médicos online estemos donde estemos. Además, evita contactos innecesarios a unos profesionales de la salud que, como se ha visto, son los más expuestos a sufrir todo tipo de enfermedades. Y todo desde nuestra tablet o smartphone con una app de telemedicina, ¿dónde hay que firmar?
Tipos de telemedicina
Al hablar de telemedicina, lo primero que se nos viene a la cabeza es una consulta de medicina general, ¿verdad? Un "doctor, me duele aquí" y una solución. Pero lo cierto es que las modalidades de telemedicina van mucho más allá de una breve conversación: se pueden hacer seguimientos, mediciones de constantes vitales… existen varios tipos de telemedicina, ¡y conviene conocerlos!
1. Consulta telemática: Es una de las aplicaciones de telemedicina más básicas. Exposición del problema y opinión del experto, ¡la de horas de colas y salas de espera que nos ahorraría esto!
2. Seguimiento de pacientes: Si el problema de salud es más serio y requiere de seguimiento, pero no de tratamiento in situ, ¿por qué perder el tiempo yendo de un centro hospitalario a otro? Nuestro médico puede videollamarnos para ver cómo vamos, ahorrándonos así tiempo y quebraderos de cabeza.
3. Almacenamiento y envío de datos: Por fortuna, esta modalidad sí que se incorporó hace tiempo a nuestro sistema sanitario. Ya no hace falta que, tras hacernos una radiografía, tengamos que ir expresamente a llevársela a nuestro médico de cabecera. Ahora, la reciben inmediatamente de forma telemática, ¡y son todo ventajas!
4. Intervenciones a distancia: Esto sí es algo más futurista, pero no deja de ser una aplicación real. Con la llegada del 5G y la práctica eliminación de la latencia, un médico desde Boston podrá operarnos en Valencia sirviéndose de un robot diseñado específicamente para desarrollar esa tarea, ¡se acabaron las distancias insalvables!
En EEUU ya existen aplicaciones de telemedicina como Doctor on Demand que permiten el acceso a este tipo de profesionales 24-7; es decir, las 24 horas del día, 7 días a la semana. En nuestro país habrá que esperar a que Sanidad decida imponerlo y normalizarlo, pero… ¿es posible la telemedicina en España?
Futuro de la telemedicina en España
En España estamos habituados a ir al médico cada vez que lo necesitamos. Además, siempre lo hemos hecho de forma presencial, por lo que la pandemia provocada por el coronavirus de Wuhan fue todo un shock. De repente, no podían acudir a la consulta de su médico y, la verdad sea dicha, las alternativas que ofreció el sistema de salud no terminaron convenciendo a nadie.
- Consultas telefónicas con médicos que no nos conocían de nada
- Citas con especialistas que terminaron perdiéndose debido a la imposibilidad de realizarlas en persona
- Incapacidad para gestionar las citas médicas a distancia
Cierto, muchos de esos médicos estaban a otros menesteres más importantes en ese momento. Eso no lo vamos a discutir, pero lo que sí es discutible es que no se estaba preparado para algo así y que, ahora que lo sabemos, esto no puede volver a ocurrir. Con las herramientas existentes hoy al servicio de la telemedicina, toca dar un paso adelante en la modernización del sistema sanitario. Dispositivos de telemedicina, apps de telemedicina…
Unos meses antes del estallido de la Covid-19, ya se hablaba de las aplicaciones de la telemedicina en la OMS. La Organización Mundial de la Salud la veía como la mejor solución para atender a pacientes en zonas remotas, y de esas tenemos aún unas cuantas en nuestro país. Por eso, la implantación de la telemedicina en España debería ser una prioridad. Hay pueblos que solo cuentan con la presencia de un médico un día a la semana, ¿qué menos que tener acceso a alguna de las múltiples modalidades de telemedicina para vivir un poco más tranquilos?
La medicina tiene sus ventajas y sus desventajas, desde luego, pero bien utilizada hace más bien que mal, ¡así que ojalá se normalice muy pronto!