WhatsApp es, probablemente, la aplicación móvil más extendida del planeta. Su uso como herramienta de comunicación gratuita la convierte en una de las más descargadas por los usuarios. Esta tecnología cambió las relaciones sociales no hace tantos años y ahora es prácticamente imprescindible en nuestro día a día, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Como no podía ser de otra forma, la medicina también se ha beneficiado de la aparición de esta app, tanto desde el punto de vista de las relaciones profesionales como desde la perspectiva de la comunicación entre médico y pacientes. El uso del WhatsApp en medicina puede ser muy útil en el día a día, agilizando la toma de decisiones o como nuevo servicio de atención ágil al usuario, pero también es un arma de doble filo, porque un abuso de esta tecnología puede traspasar los límites del servicio sanitario al paciente y también pone en riesgo la privacidad clínica. Aunque hay cuestiones por resolver, es un hecho que para los médicos el WhatsApp también es una herramienta más de trabajo. Vamos a ver cuáles son esos usos actuales de esta aplicación en la medicina y qué cuestiones están por resolver en este sentido.

Compartir información con otros profesionales

La importancia del diálogo con otros profesionales sanitarios hace que la aplicación de WhatsApp se encuentre integrada en el día a día de los médicos de una manera constante. Esta herramienta de comunicación puede ser muy útil a la hora de pedir una segunda opinión sobre un diagnóstico a un paciente o sobre el tratamiento que se le prescribe. Es muy frecuente que los profesionales utilicen WhatsApp como método informal para proponer casos clínicos y resolver dudas entre compañeros. También se utiliza para preguntar por el resultado de una prueba, como forma de agilizar el trabajo diario. Esto ahorra tiempo en la atención a los pacientes.

Sin embargo, este uso de WhatsApp en la medicina entraña ciertas controversias porque se puede poner en riesgo la privacidad del paciente y su historia clínica, lo que no sólo puede suponer un problema ético sino también legal. El reto sería desarrollar una aplicación similar a WhatsApp para cumplir con los requisitos de confidencialidad que marca la ley, ya que los beneficios del uso de esta herramienta son muchos para la atención al paciente.

Facilitar la comunicación con el paciente

Aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp pueden ser de mucha utilidad para resolver dudas puntuales a distancia o incluso realizar un seguimiento de la evolución del paciente. Para usuarios que viven en zonas rurales poco accesibles o que tienen dificultades para acudir a la consulta, es un método muy interesante que permite la atención que cada persona necesita. En el campo de la Pediatría y Obstetricia, por ejemplo, para los pacientes es de gran tranquilidad poder consultar ciertas dudas a su especialista de manera puntual, el problema es que, en muchos casos, los propios profesionales sanitarios han detectado que se produce un abuso de este servicio y que eso interfiere en su vida privada, puesto que el uso de esta herramienta se realiza en cualquier momento, sin tener en cuenta los horarios del profesional en cuestión.

Sin embargo, el objetivo es encontrar la manera de que este uso de WhatsApp pueda seguir siendo útil para los pacientes que verdaderamente lo necesitan, sin que ello suponga una intromisión en el descanso del personal sanitario. Resuelto este aspecto, el uso de WhatsApp en la relación con el usuario puede tener muchos beneficios, tanto para no colapsar las consultas como para agilizar trámites menores como puede ser pedir una cita médica. Y otra de las aplicaciones más prácticas que tiene WhatsApp en la medicina es la de poder aportar información y recomendaciones a los pacientes. El uso de grupos de difusión en los que se ofrecen consejos a los usuarios está cada vez más extendido y esto puede servir para mejorar la salud de las personas y concienciar de buenos hábitos saludables o incluso de la necesidad de la prevención para evitar el riesgo de enfermedades.

Foros de aprendizaje

La posibilidad de crear grupos amplios en WhatsApp es beneficiosa entre iguales. Por un lado, médicos de un mismo ramo pueden compartir información, intercambiar opiniones, discutir casos, comentar temas médicos online y, en definitiva, servir como foro de debate para mejorar el conocimiento de los profesionales sanitarios.

Por otra parte, también se ha detectado la creación de este tipo de grupos de WhatsApp entre pacientes que buscan compartir sus experiencias con una determinada enfermedad, con el objetivo de ayudar a otras personas en su misma situación o incluso de encontrar respuesta a preguntas entre quienes están pasando por la misma situación que ellos. Esto es muy frecuente, por ejemplo, entre pacientes oncológicos.

Ventajas, inconvenientes y consejos sobre el uso de WhatsApp en medicina

El uso de WhatsApp está cada vez más extendido en medicina y, aunque presenta ciertas fisuras, el futuro pasa por encontrar alternativas que solucionen esos problemas. Pero la comunicación instantánea puede ser muy beneficiosa para los profesionales sanitarios y los pacientes, por lo que el objetivo es encontrar el equilibrio. Veamos más gráficamente cuáles son las ventajas y los inconvenientes del uso de esta aplicación en el entorno sanitario:

Ventajas Inconvenientes
Comunicación entre profesionales Colaboración entre departamentos Respuesta inmediata Resolución de dudas básicas Reducir congestión de consultas Necesidad de poner límites Deterioro de la relación médico-paciente Puede haber errores de diagnóstico Resultados no volcados en historia clínica Posible vulneración de la privacidad

En definitiva, las aplicaciones de mensajería instantánea pueden ser de gran utilidad en la medicina para compartir información y mejorar la atención al paciente pero hay que poner sumo cuidado en las cuestiones éticas y legales que el uso de WhatsApp entraña en este campo, puesto que los datos que se manejan son especialmente sensibles. Si se consiguen solucionar los problemas que plantea, los beneficios pueden ser muchos. Pero, de momento, su uso se limita a un ámbito más informal.