“¡Se me caen las uñas! Y no me he dado un golpe ni nada…” Esta situación puede preocuparnos y llevarnos rápidamente a buscar atención médica ante el temor a que sea algo infeccioso o malo. ¿Es posible que ocurra esto?,¿de qué se trata?
Esta situación se conoce con el nombre de onicomadesis. ¿Y qué es exactamente este fenómeno? Para explicarlo es importante conocer el proceso de crecimiento y la anatomía de la uña.
La uña tiene varias partes:
- Borde libre: Corresponde al extremo, la parte más distal de la uña. - Lámina ungueal: Es la porción dura que identificamos habitualmente como “uña”.
- Lecho ungueal: Región que nos encontramos justo por debajo de la lámina.
- Matriz ungueal: Región más proximal. Es la zona de la uña situada bajo la piel, desde la que nace o crece la lámina ungueal.
- Lúnula: Zona blanca de la matriz con forma de ¨luna”.
Tal y como hemos mencionado, las uñas crecen desde la matriz, situada en la base de la uña. Cuando esta matriz sufre alguna “agresión”, la uña puede aparecer dañada posteriormente, y si la agresión es grave, puede incluso no volver a salir en esa zona. En ocasiones, ciertas situaciones pueden provocar que el crecimiento de la uña se detenga temporalmente y entonces aparecen en la uña unos surcos transversales llamados líneas de Beau. Si este fenómeno es prolongado, la detención del crecimiento puede provocar que la lámina de la uña se separe de la matriz en la zona de la base de la uña produciendo una especie de “corte” o despegamiento total. Esto es lo que se conoce como onicomadesis.
Así, la onicomadesis consiste en la separación o despegamiento espontáneo, indoloro, agudo y sin inflamación de la lámina ungueal de su matriz en la base de la uña, pudiendo llegar a desprenderse completamente en algunos casos. Indica la interrupción súbita en el crecimiento de la uña.
¿Y por qué se produce? En algunos casos es un fenómeno idiopático (se desconoce la causa) pero existen muchos factores que se han asociado a este cuadro, como por ejemplo infecciones, enfermedades autoinmunes, enfermedades graves y algunas medicaciones.
Onicomadesis en niños: Síntomas, causas y recomendaciones para padres
La onicomadesis en niños no es frecuente por lo que puede provocar alarma entre los padres o cuidadores. Al igual que en adultos, aparece un despegamiento de la uña de su matriz en la base de la uña.
Aunque la mayoría de los casos se consideran idiopáticos, las causas se clasifican en locales (traumatismos o infecciones locales) o sistémicas. Dentro de las sistémicas o generales destacan los procesos febriles, las enfermedades graves como la enfermedad de Kawasaki, las toxicodermias (reacciones a fármacos) o la desnutrición. Existe también una forma neonatal y se han visto algunos casos en recién nacidos que se han relacionado con stress en el parto.
Sobre todas las formas en la infancia destaca la onicomadesis asociada a la enfermedad boca-mano-pie. La enfermedad boca-mano-pie es una enfermedad infecciosa típica de la infancia, producida en la mayoría de los casos por el virus Coxsackie 16 (también se asociado a otros enterovirus) y que suele aparecer en brotes (primavera y verano). Tras un periodo de incubación de 3-6 días aparece fiebre, malestar general y una erupción con vesículas (¨ampollas de pequeño tamaño¨) en palmas y plantas, así como afectación de la cavidad oral con aftas o úlceras. Cura en 5-10 días. Pues bien, en los últimos años se ha descrito la asociación de esta enfermedad con onicomadesis, en la mayoría de los casos entre los 30-45 días de la infección aguda. Se han comunicado brotes epidémicos en diversos países, incluyendo España, con la aparición de onicomadesis en niños que previamente habían sido diagnosticados de enfermedad boca-pie-mano. El mecanismo por el que se produce es desconocido. Se cree que puede deberse a la interrupción del crecimiento de la uña provocado por las propias ampollas que aparecen en la zona o a la afectación general que produce la infección.
Es importante explicar a los padres la naturaleza del cuadro y tranquilizarlos, las uñas volverán a crecer normalmente después de un tiempo de recuperación, sólo queda esperar.
Causas de la onicomadesis en adultos: ¿Qué factores la desencadenan?
En adultos se han descrito también diversas causas de onicomadesis. Se ha asociado a infecciones, enfermedades autoinmunes, enfermedades graves y al uso de ciertos fármacos.
- Enfermedades autoinmunes: La onicomadesis se ha asociado a la alopecia areata (enfermedad autoinmunitaria donde se producen placas de alopecia) y al pénfigo vulgar (enfermedad dermatológica grave que puede cursar con ampollas y erosiones). Se cree que los casos con afectación de las uñas tienen peor pronóstico.
- Enfermedades graves: Se ha asociado con el síndrome de Guillain-Barré, la depresión mayor, el síndrome de Stevens-Johnson, la diálisis peritoneal, la inmunodepresión o la meningitis.
- Medicaciones: Algunos fármacos pueden provocar toxicidad en el epitelio de la uña. Suelen causar alteraciones en las 20 uñas y normalmente existe una relación temporal entre la toma del fármaco y la aparición de la lesión (2-3 semanas antes). Generalmente la afectación es temporal y se resuelve al suspender la medicación. Los fármacos más frecuentemente implicados son los quimioterápicos y los antiepilépticos. Existe algún caso relacionado con la penicilina V, la azitromicina, los retinoides y el litio.
- Infecciones: La infección más frecuentemente asociada a la onicomadesis es la enfermedad mano-boca-pie ya comentada en los casos infantiles. También se ha relacionado con otros virus como la varicela y hongos como el Tricophyton tonsurans.
¿Es grave la onicomadesis? Analizando la severidad y consecuencias de esta afección
En la mayoría de los casos la onicomadesis es una alteración transitoria que se resuelve espontáneamente. El diagnóstico es clínico (inspección de la zona) aunque es muy importante profundizar y preguntar al paciente acerca de posibles causas, sobre todo infecciones o fármacos. Sólo será necesario hacer pruebas complementarias si se sospecha una enfermedad sistémica o infecciosa.
En general, no es necesario realizar ningún tratamiento específico salvo mantener la zona limpia y evitar los traumatismos. La onicomadesis se resolverá cuando cese la causa que la produjo, excepto si se ha producido un daño permanente en la matriz.
Tras un periodo de recuperación la uña crecerá con normalidad. Es importante explicar que este tiempo puede ser prolongado debido a que el ritmo de crecimiento de las uñas es lento, siendo de aproximadamente 2-3 mm/mes en el caso de las uñas de las manos y de 1mm/mes en las uñas de los pies. En ocasiones puede ser útil recortar la uña levantada si existe incomodidad o dificultad para realizar alguna de las actividades de la vida diaria.
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