Con el uso habitual del tapabocas, muchos de nosotros nos preguntamos cuáles son los riesgos de usar mascarilla mucho tiempo. En este post te contamos cuáles pueden ser las consecuencias negativas de su uso y te damos algunos consejos para que realices una utilización adecuada de la mascarilla. Pero recuerda que el principal efecto es positivo: evita el contagio.
¿Cuáles son los efectos negativos de llevar mascarilla?
El uso de la mascarilla ha sido obligatorio en nuestro país para frenar el contagio de la Covid-19 pero hay situaciones en las que nos vemos obligados a tenerla puesta durante más tiempo del aconsejable porque no nos queda más remedio y cunde el temor de que ese uso prolongado del tapabocas pueda tener efectos negativos en nuestra salud. ¿Qué pasa si utilizamos la mascarilla durante varias horas seguidas? ¿Puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud el uso abusivo de la mascarilla? ¿Cuál es el mejor tipo de mascarilla que puedes utilizar? (las hay incluso electrónicas inteligentes). Son dudas habituales entre la población, pero las informaciones al respecto pueden llegar a ser contradictorias o poco rigurosas. ¿Cuáles son los riesgos de usar mascarilla mucho tiempo?
1. Insuficiencia respiratoria
Dependiendo del tipo de mascarilla que se utilice, ésta puede llegar a causar insuficiencia respiratoria en algunas personas si se usa de manera prolongada. La sensación de ahogo o falta de aire, eso que llamamos agobio, puede convertirse en una complicación de salud cuando se usa la mascarilla durante mucho rato. ¿Has llegado a tener incluso dolor de cabeza? Esa sensación empeora con el calor. De ahí la importancia de que la mascarilla que utilizas pase los controles sanitarios adecuados y cuente con la homologación pertinente.
2. Irritación de la piel
La aparición de manchas, sarpullidos o erupciones es otro de los posibles riesgos de usar mascarilla. A muchos de nosotros nos ha salido más acné o nos han dado ciertos picores en la cara provocados por el uso frecuente y prolongado de la mascarilla. Eso se agrava si la mascarilla nos queda demasiado ajustada y hace presión contra nuestra cara, ya que la piel que hay debajo del tapabocas no respira adecuadamente y, además, recibe un exceso de vapores por la respiración, por lo que esa humedad cálida es la responsable de la aparición de dermatitis, piel seca o eccemas.
3. Desarrollo de alergias
A veces compramos mascarillas que no están homologadas y los materiales con los que están fabricados pueden generar algunas alergias por contacto prolongado con nuestra piel. Y no sólo por la mascarilla en sí, sino también por las gomas, que pueden provocar eccemas en la zona de las orejas.
4. Lesiones en la piel
Utilizar la mascarilla durante mucho rato también puede ocasionar cicatrices y marcas en nuestra cara, sobre todo si ésta nos queda muy apretada.
5. Aumento del estrés
Los expertos han constatado un aumento de los casos de ansiedad entre la población como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Entre otras cosas, éste es uno de los efectos secundarios de llevar mascarilla muchas horas. Todo lo que conlleva esta pandemia ha influido en nuestro bienestar personal. El miedo al contagio, la falta de información fiable, los problemas laborales y otros factores han provocado un aumento del estrés entre los ciudadanos. Esa ansiedad, que no todo el mundo es capaz de gestionar de la misma manera, puede agravarse con el uso prolongado de la mascarilla, causando una mayor sensación de ahogo.
Riesgos de reutilizar la mascarilla
Como ves, hay ciertos riesgos en el uso prolongado de la mascarilla, pero no sólo por el hecho de utilizarla durante muchas horas, sino también por la mala costumbre de dar a nuestro tapabocas más vida de la que tiene. Muchas veces, nos empeñamos en reutilizar una y otra vez la mascarilla por descuido o para ahorrar en gastos, sin darnos cuenta de que eso puede tener también consecuencias negativas para nuestra salud. Los médicos no se cansan de decirnos que no es recomendable reutilizar las mascarillas que, en principio, son desechables. Diferentes estudios sanitarios demuestran que cuando respiramos con la mascarilla puesta generamos una serie de bacterias que se quedan 'a vivir' en nuestro tapabocas. Si se prolonga demasiado el uso de una mascarilla, reutilizada en más de una ocasión, esas bacterias pueden llegar a convertirse incluso en hongos, muy dañinos para nuestra salud.
Consejos para un uso adecuado de la mascarilla
Todas estos riesgos de usar mascarilla pueden evitarse realizando un uso adecuado de la misma, empezando por cambiar la mascarilla quirúrgica cada cuatro o seis horas para que siga siendo eficaz contra el coronavirus (su principal objetivo) y para evitar también la acumulación de bacterias. Aquí tienes algunas de las recomendaciones principales que debes seguir cuando uses mascarilla:
- Utiliza una mascarilla homologada.
- Cambia la mascarilla cada varias horas. ¿Utilizarías tu ropa interior varias veces sin lavarla?
- Usa una mascarilla de un tamaño adecuado a tu cara.
- En la medida de lo posible, no toques tu cara ni la mascarilla para no contaminarla más.
- Coloca bien la mascarilla, procurando cubrir boca y nariz y que se quede fija.
- Cuida tu piel: lávate e hidrata tu cara para que no sufra por el uso de la mascarilla.
Consecuencias positivas de llevar mascarilla
Ahora mismo pensarás que es peor el remedio que la enfermedad pero, como esa niña que se hizo viral en la vuelta al cole en España, usar la mascarilla es "un poquito peor" que no llevarla pero, recuerda, "no pasa nada, es mejor eso que morirse".
Todos estos problemas, si no tienes una patología grave que vaya a peor por el uso de la mascarilla, no son más que inconvenientes temporales que se pueden solucionar cambiando la mascarilla con frecuencia o, siempre que nos sea posible, limitando nuestras exposiciones al virus (¿recuerdas aquel lema de quédate en casa?).
Usar la mascarilla tendrá siempre más consecuencias positivas que negativas. La primera, científicamente probada, es que si todos la usamos reducimos el riesgo de contagio de Covid-19 e incluso, en caso de infección, conseguimos que la carga viral sea más baja y, por tanto, la gravedad de la enfermedad sea menor para nosotros.