Existen varios tipos erupciones cutáneas que pueden estar provocadas por la exposición solar, aunque en realidad el mecanismo por el que se producen no es una reacción alérgica, sino más bien una intolerancia de la piel a la radiación ultravioleta emitida por el sol, por lo tanto, el término “alergia al sol” no es del todo correcto.

Este grupo de enfermedades se denominan "FOTODERMATOSIS" y se clasifican en varios tipos:

1. Erupción lumínica polimorfa

Es la más frecuente de las fotodermatosis o “alergias al sol”, suponiendo aproximadamente el 90% de los casos. Es más frecuente en niños y mujeres jóvenes. Suele aparecer en primavera y principios de verano, en las primeras exposiciones solares, ya que la piel lleva todo el invierno sin sol y no está acostumbrada. Afecta a zonas “foto expuestas”: escote, hombro, dorso de manos (zonas que suelen estar cubiertas durante el invierno). Habitualmente desaparece de forma espontánea, pero otras veces necesita tratamiento médico con corticoides. Mejora con las exposiciones repetidas al sol a lo largo del verano. Aparece a las horas-días de la exposición solar.

2. Urticaria solar

Es más infrecuente y se caracteriza por la aparición de “ronchas”, como picaduras de insectos, localizadas en las zonas donde ha dado el sol. Aparece durante la exposición al sol o a las pocas horas. Menos frecuente en niños, se da más en adultos.

3. Fotosensibilidad

Es una sensibilidad exagerada al sol, aparecen quemaduras con una mínima exposición solar, y suele haber una enfermedad de base que predisponga (por ejemplo, algunas enfermedades autoinmunes como el "lupus eritematoso", o las "porfirias cutáneas").

fotosensibilidad

4. Eccemas fototóxicos

Este tipo de reacción está mediada por una sustancia, bien aplicada de forma tópica en la piel (cosméticos, plantas...), o bien un fármaco que tomemos por vía oral. Cuando incide la radiación solar en la piel con esta sustancia se genera una reacción química NO alérgica apareciendo lesiones cutáneas de tipo eccema.

5. Eccemas fotoalérgicos

Son también reacciones producidas por la interacción del sol con una sustancia química en la piel (aplicada de forma tópica, o tomada por vía oral), donde SÍ se produce una reacción de tipo inmunoalérgica. Este sería el único tipo de fotodermatosis mediada por una alergia, pero siempre necesitamos el agente químico para que se produzca, no es una simple alergia por exposición solamente al sol.

Principales síntomas de la fotodermatosis

La llamada "alergia al sol" suele durar días, como mucho pocas semanas. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

  • Reacciones cutáneas como enrojecimiento de la piel con, aparición de manchas, granitos, ampollas o descamación.
  • Sensación de ardor, quemazón, picor.
  • En casos graves puede aparecer febrícula y malestar general.

Tratamiento de la alergia solar

Algunos de los tratamientos para la reacción de la piel ante el sol son:

  • Aplicar frío local
  • Cremas hidratantes y regeneradoras. Un truco es meterlas en el frigorífico para que al aplicarlas alivien mejor los síntomas.
  • Fármacos antiinflamatorios, normalmente utilizamos corticoides tópicos, aunque en casos graves también se precisa tomarlos por vía oral para controlarlo mejor y más rápido.
  • También pueden utilizarse antihistamínicos, aunque siempre por vía oral. Los dermatólogos nunca utilizamos antihistamínicos tópicos porque producen sensibilización y pueden dar con frecuencia reacciones cutáneas.
  • En casos muy recurrentes y graves se puede utilizar la terapia “hardening” o de desensibilización progresiva a la radiación UV con FOTOTERAPIA, que consiste en ir exponiendo la piel de forma progresiva en cabinas de radiación ultravioleta, para ir creando tolerancia, antes de que comience la temporada de verano. En localizaciones geográficas donde haya mucho sol se puede hacer con el sol natural.

¿Cómo saber si mi hijo tiene "alergia al sol"?

Si al inicio de las exposiciones al sol en primavera-verano aparecen los síntomas típicos: aparición de lesiones cutáneas en zonas donde ha dado el sol y luego va mejorando de forma progresiva conforme la piel va “acostumbrándose” al sol.

¿Cómo proteger a los niños con una fotosensibilidad alta?

  • La mejor manera para tomar el sol de forma segura es evitando exponerse de forma prolongada.
  • No acudir a la playa o a la piscina durante las horas centrales del día (de 12:00 a 17:00 horas). Lo correcto sería “Tomar el sol cuando la sombra sea mayor que nuestro cuerpo”.
  • Ir siempre con sombrilla y utilizar gorros, sombreros, gafas, y ropa protectora (con UPF: ultraviolet protection factor).
  • Usar cremas fotoprotectoras: existen en el mercado numerosos tipos de cremas con una alta protección frente a la radiación ultravioleta que son especiales para pieles sensibles en niños. En ellos suelen recomendarse las cremas con filtros físicos o minerales, pues suelen ser menos agresivos para la piel.
  • Fotoprotección oral: como complemento a las cremas fotoprotectoras podemos utilizar la protección solar por vía oral: existen sticks bebibles para niños, y cápsulas para adultos, que han demostrado una importante eficacia fotoinmunoprotectora y antioxidante, y que reforzaría el efecto de las cremas aplicadas en la piel.

¿Cuándo acudir al médico por "alergia solar"?

Estaría indicado consultar con un especialista en aquellos casos en que tras una quemadura solar aparezcan ampollas, o cuando ante una exposición al sol mínima se produzcan reacciones exageradas que pueden indicar que hay una alteración cutánea de base. Y si aparecen síntomas generales como fiebre o malestar asociados, siempre hay que acudir a consulta médica para instaurar un tratamiento a tiempo y evitar complicaciones.

Esperamos que este artículo sobre el popular y mal concebido término de “alergia al sol” te haya aclarado todas tus dudas. Recuerda que en DoctorGO puedes pedir cita con uno de nuestros dermatólogos online para atender tu caso sin tener que salir de casa.

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Bibliografía
  • Fitzpatrick. Atlas en color y sinopsis de Dermatología Clínica. 6 edición.
  • De Argila D., Aguilera J, Sánchez J. et cols. Estudio de las fotodermatosis idiopáticas y exógenas. Parte I: fisiopatología y aspectos técnicos del estudio fotobiológico. Actas dermosifiliográficas. Vol. 105. Núm. 2. Marzo 2014.
  • N.C. Botto, E.M. Warshaw. Solar urticaria. J Am Acad Dermatol, 59 (2008), pp. 909-920