¿Qué es la talasofobia?

La talasofobia o fobia al mar abierto es un trastorno psicológico por el cual algunas personas desarrollan fuertes reacciones de miedo y ansiedad ante el mar o las profundidades.

La palabra talasofobia proviene del griego “thalassa”, que se traduce al castellano como océano y “Phobos”, que se traduce como miedo. El significado de talasofobia es “miedo al océano” o fobia al mar profundo.

Esta fobia hace que las personas que la sufren sientan un miedo irracional al encontrarse cerca del océano, por el miedo a ahogarse y por el miedo a lo que se pueda ocultar bajo su superficie.

Como en el resto de fobias, la persona tiende a evitar la situación que le hace sentir ansiedad, en este caso evitar acercarse al mar, a las playas o nadar en mar abierto. En los casos más graves, puede generar ataques de pánico por la exposición al mar.

Causas de la fobia al mar

Cada caso es un mundo y todas las personas son diferentes. Pero si entendemos cómo funcionan las fobias, entenderemos fácilmente cómo funciona la talasofobia:

1. Situaciones traumáticas asociadas al mar

Un factor común en muchas fobias es que la personas hayan sufrido ansiedad o una situación traumática relacionada con el mar. Tal vez estuvo a punto de ahogarse en la infancia, o un familiar o persona cercana tuvo un accidente en el mar. Entonces, al pensar en el mar, vienen a la mente los recuerdos de la experiencia traumática, se activa la respuesta de ansiedad y la persona empieza a evitar esa situación.

2. Falta de contacto con el océano

La fobia al mar también puede ser común entre personas que han vivido toda su vida lejos del océano. Al estar poco acostumbradas, es posible que desarrollen un miedo exagerado o presten demasiada atención a los posibles peligros.

3. Generalizar situaciones extremas de películas, series o noticias

Ciertos éxitos de Hollywood también han contribuido a reforzar el miedo al mar en la memoria colectiva. Al ver noticias sobre accidentes o películas, no nos damos cuenta de que esas historias son atractivas precisamente por lo poco frecuentes que son. Ver películas sobre gente ahogándose o tiburones que atacan a bañistas puede hacernos caer en un sesgo, en pensar que esas situaciones son más comunes de lo que son en realidad. Las famosas películas de “Tiburón” han contribuido a la talasofobia por tiburones, a pesar de que los ataques de tiburones sean extremadamente poco frecuentes. Uno de los miedos más frecuentes es nadar en el mar y ser atacados por algún animal marino.

Diferencia entre la Talasaofobia y la Acuofobia

La talasofobia o miedo al mar se puede confundir a veces con la acuofobia o hidrofobia o miedo al agua. La acuofobia sería una variante más generalizada al agua en general, siendo mucho menos común, mientras que la talasofobia se refiere al miedo al mar o al océano, siendo mucho más común.

La talasofobia también se suele asociar a la megalofobia, que es la fobia a cosas grandes, ya que muchas personas sienten angustia al mirar el mar por lo grande e intimidante que es.

Principales síntomas del miedo al mar:

  • Experimentar miedo e inquietud al acercarse al mar
  • Miedo a nadar en el mar
  • Miedo exagerado a ser atacados por alguna criatura marina
  • Evitar a toda costa planes relacionados con el mar, como ir a la playa, coger un ferry, etc
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Tratamiento para la talasofobia

¿Cómo curar la talasofobia? La psicoterapia que ha demostrado más efectividad contra la talasofobia y las fobias y trastornos de ansiedad en general es la terapia cognitivo-conductual.

¿Cómo superar la talasofobia? Una de las estrategias más comunes y efectivas dentro de la terapia cognitivo-conductual es la terapia de exposición. La exposición paulatina es el mejor tratamiento terapéutico para la talasofobia.

La terapia de exposición consiste en que la persona se ponga en contacto con la situación temida y supere sus miedos afrontandolos, poco a poco. La terapia de exposición no consiste simplemente en animar a la persona a que se ponga a nadar en mar abierto, sino que se tiene que hacer poco a poco, identificando diferentes situaciones que den un nivel de ansiedad bajo o moderado a la persona, y así más tarde exponerse a situaciones que le den más miedo.

A continuación, los tres tipos principales de terapia de exposición que han demostrado ser muy efectivos para superar la talasofobia:

1. Terapia de exposición en vivo

Se planifican situaciones en las que la persona pueda exponerse al estímulo temido en la vida real, en este caso en el mar. La persona suele ir acompañada las primeras veces (con familiares, amigos, o incluso el terapeuta si la logística lo permite). En el caso de la talasofobia, las sesiones de exposición en vivo consistirán en acercarse al mar, pasear o incluso adentrarse en el agua y bañarse, a la vez que la persona va poniendo en práctica las diferentes técnicas de relajación y gestión de la ansiedad que trabajó en terapia.

La exposición en vivo es la variante más efectiva para superar cualquier fobia, pero es también la que entraña más dificultad para la persona que sufre de ansiedad, por lo que estas se suelen reservar para las fases finales del tratamiento psicológico.

También pueden ser más complicadas de organizar logísticamente, sobre todo si la persona necesita estar acompañada por familiares o su psicólogo para darle apoyo.

2. Terapia de exposición imaginada

La persona se expondrá a imágenes mentales que normalmente le hiciesen sentir miedo o incomodidad, por ejemplo mediante meditaciones guiadas. El objetivo será que la persona “re-encuadre” las situaciones que le dan miedo y aprenda a relajarse por sus propios medios y a reducir la ansiedad.

Las sesiones de exposición imaginada suelen ser el paso previo a las sesiones de exposición en vivo, pues ayudan a mentalizarse y prepararse para las situaciones de más ansiedad “cara a cara”.

3. Terapia de exposición por realidad virtual

La terapia por realidad virtual es una opción cada vez más popular y generalizada. Mediante dispositivos de realidad virtual, la persona se expondrá a diferentes escenarios relacionados con el mar, de manera muy parecida a la exposición imaginada, pero de manera más creíble.

Es una muy buena opción para preparar a la persona antes de la exposición en vivo, y muy recomendable para personas que sufren de talasofobia más extrema.

Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda si padeces de talasafobia o si conoces a alguien que pueda estar sufriendo de esta fobia.

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Bibliografía
  • Wolitzky-Taylor, K. B., et al. (2010). Estrategias psicológicas en el tratamiento de fobias específicas: Un metanálisis. Revista de toxicomanías, 61, 3-20.
  • Bonet, J. I. C. (2001). Tratamientos psicológicos eficaces para las fobias específicas. Psicothema, 447-452.