¿Qué es la amigdalitis?

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, o también llamada coloquialmente anginas. Generalmente se produce en respuesta a una infección y cursa con inflamación de las mucosas de la faringe y/o amígdalas faríngeas, en las que podemos ver enrojecimiento, edema, exudados, úlceras o vesículas.

Las amígdalas son unas masas de tejido de color rosado y forma oval que se localizan a ambos lados de la garganta. Forman parte del mecanismo de defensa de nuestro organismo frente a agentes extraños. Su tamaño aumenta a medida que el niño entra en contacto con distintos agentes infecciosos. Alcanzan el tamaño máximo entre los 3 y 6 años y a partir de los 7-8 años van disminuyendo de tamaño.

Aunque las amigdalitis pueden producirse a cualquier edad, afecta sobre todo a niños mayores de 3 años y a adultos hasta los 50.

Principales causas

La causa más frecuente de amigdalitis son las infecciones. La causa más frecuente en niños son las amigdalitis víricas, sobre todo en los más pequeños. Cuando se trata de bacterias la causa más frecuente es el streptococcus pyogenes o estreptococo beta hemolítico del grupo A.

Síntomas de amigdalitis. ¿Cómo saber si tengo amigdalitis?

El síntoma más frecuente es el dolor de garganta, que puede aumentar al tragar.

  • En la amigdalitis vírica el inicio de los síntomas es más gradual. El dolor de garganta es más leve y suele asociar tos, moco nasal, ronquera, febrícula o ausencia de fiebre, aftas bucales y faríngeas, conjuntivitis, diarrea o dolores musculares.
  • En la amigdalitis bacteriana el inicio de los síntomas es más brusco. El dolor de garganta es más intenso y suele acompañarse de fiebre más alta, malestar general, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal y ganglios dolorosos aumentados de tamaño.
  • En ambos casos puede aparecer exudado o pus en las amígdalas, y aunque suelen aparecer con algo más frecuencia en las infecciones bacterianas, su presencia no implica necesidad de antibiótico.

Tipos de amigdalitis. ¿Cómo distinguirlas?

Es difícil distinguir entre las amigdalitis víricas y bacterianas únicamente a través de los síntomas o del aspecto de la garganta, aunque como vimos hay algunos datos que nos orientan sobre la posible causa.

Para confirmar si se trata de un virus o una bacteria nos ayudamos de pruebas como el test rápido de antígenos de estreptococo (streptotest) o el cultivo de muestra faringoamigdalar.

Es importante distinguir entre la amigdalitis bacteriana y la vírica ya que la primera debe ser tratada con antibiótico y la segunda no. Es importante además diferenciarlas para evitar el uso indiscriminado de antibióticos, ya que la mayoría de las faringoamigdalitis serán víricas.

¿Cómo se contagia la amigdalitis?

Se contagia de persona a persona a través de las pequeñas gotas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar.

amigdalitis en adultos

Amigdalitis en niños y bebés: principales riesgos y consecuencias

Las amigdalitis estreptocócicas no tratadas con antibiótico o tratadas de forma incompleta pueden diseminarse a otras partes del organismo y causar problemas más graves como otitis, sinusitis, absceso periamigdalino o retrofaríngeo, mastoiditis y adenitis cervical. Además, puede dar lugar al desarrollo de fiebre reumática, una enfermedad que afecta al corazón y las articulaciones o a una afectación del riñón (glomerulonefritis postestreptocócica).

¿Cómo curar la amigdalitis?

En el caso de las faringoamigdalitis bacterianas el tratamiento fundamental es el tratamiento antibiótico, siendo de elección la penicilina y la amoxicilina. Para aliviar la amigdalitis (el dolor de garganta, el malestar o la fiebre) optaremos por paracetamol o ibuprofeno. El ibuprofeno puede tener un perfil más interesante en este caso, porque además tiene efecto antiinflamatorio. Es aconsejable ofrecer alimentos de consistencia blanda y no muy calientes para que sean más fáciles de tragar, evitaremos alimentos cítricos por su acidez y aumentaremos el consumo de líquidos.

¿Cuánto dura?

Las faringoamigdalitis de origen vírico se resuelven solas en menos de 7-10 días, sin hacer nada especial. En el caso de las faringoamigdalitis bacterianas, al tratarse con antibiótico, se acorta la duración de los síntomas, de modo que la mejoría se presenta en las primeras 48 horas tras el inicio del tratamiento.

¿Cómo prevenir la amigdalitis?

La amigdalitis se contagia de persona a persona, por lo que para prevenir el contagio podemos usar pañuelos desechables, proteger la boca y la nariz al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia, evitar compartir vasos, tenedores o cucharas y evitar contacto con personas enfermas.

¿Cuándo acudir al médico?

Deberemos acudir al pediatra o al médico ante los siguientes síntomas:

  • Dolor de garganta que no se resuelve en unos pocos días a pesar de tratamiento analgésico.
  • Si asocia fiebre elevada, superior a 38,5ºC, persistente (más de 48 horas) y malestar general.
  • Si aparece una erupción de la piel roja, más acentuada en los pliegues, y con una piel “rasposa” en niños pequeños.
  • Si los ganglios linfáticos están inflamados
  • Si aparece dificultad respiratoria
  • Si aparece exudado o placas blanquecinas en la faringe
  • Si aparece babeo excesivo en un bebé o niño pequeño
  • En caso de con alguna enfermedad crónica (diabetes, problemas cardíacos o renales...)

Esperamos haber resuelto todas tus dudas sobre la amigdalitis. Recuerda que en DoctorGO uno de nuestros médicos online estarán dispuestos en atender tu caso en menos de 2 minutos y sin tener que salir de casa.

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Bibliografía
  • https://www.analesdepediatria.org/es-documento-consenso-sobre-el-diagnostico-articulo-S1695403311003845
  • https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo-amigdalitis-infancia-abordaje-terapeutico-13042397