¿Qué es la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica que consiste en una alteración del sistema inmune que provoca un ataque de nuestras propias células inflamatorias a la mucosa del tubo digestivo, creando lesiones que pueden aparecer desde la boca hasta el ano con una extensión e intensidad variables.

Síntomas de la enfermedad de Crohn

Los síntomas variarán en función del grado de inflamación, pueden ser locales, propios de la inflamación de la mucosa intestinal:

  • Diarrea crónica con heces líquidas que pueden ir acompañadas de sangre y/o moco.
  • Dolor abdominal acompañado de múltiples retortijones y gases.
  • Rectorragia: emisión de sangre con o sin las deposiciones.
  • Masa abdominal: producida por la inflamación y puede delatar la presencia de ciertas complicaciones como abscesos o fístulas (comunicación entre dos asas de intestino producida por la inflamación).

En casos severos y graves pueden aparecer síntomas sistémicos como:

  • anemia
  • fiebre
  • pérdida de peso
  • desnutrición
  • dolor articular
  • debilidad

Principales causas que provocan la enfermedad

Las causas de la enfermedad de Crohn son múltiples y su origen realmente se debe a la interacción de factores genéticos, ambientales, inmunitarios y propios de la microbiota intestinal.

Existen factores genéticos como el gen NOD2/CARD15 y antecedentes como el hecho de haber padecido gastroenteritis en la infancia severas o tener otras enfermedades autoinmunes. También hay factores de riesgo ambientales como el tabaco y el uso de anticonceptivos orales entre otros.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Crohn?

El diagnóstico suele iniciarse tras la sospecha de la aparición de síntomas intestinales. Para confirmarlo, pueden realizarse las siguientes pruebas:

1. Análisis de sangre

En un análisis de sangre completo se incluirán parámetros inflamatorios como la VSG (velocidad de sedimentación globular) y la PCR (proteína C reactiva), parámetros nutricionales como la albúmina, hemograma y estudio del hierro para descartar anemia.

2. Análisis de heces

Parámetros como la calprotectina y la lactoferrina fecal son marcadores muy sensibles de inflamación intestinal que serán útiles en el seguimiento y para valorar la respuesta a los tratamientos.

3. Endoscopia

La endoscopia tiene un papel fundamental en el diagnóstico de esta enfermedad, servirá para valorar la extensión de la enfermedad mediante colonoscopia (para evaluar el colon y el íleon), cápsula endoscópica (para intestino delgado) y gastroscopia (para estómago y duodeno) y tomar biopsias para confirmar el diagnóstico.

4. Pruebas de imagen

La ecografía, el TAC y la entero resonancia, son pruebas muy útiles durante el seguimiento de la enfermedad para evaluar la aparición de complicaciones como fístulas, estenosis o abscesos.

Principales riesgos de la enfermedad de Crohn

Las complicaciones que pueden aparecer durante el curso de la enfermedad son:

  • Obstrucción intestinal: Se produce por la aparición de zonas inflamatorias de carácter agudo/crónico que impiden el paso del contenido alimenticio a través del tubo digestivo generando así un cuadro de vómitos, dolor abdominal intenso y desnutrición. Es una de las principales indicaciones de cirugía.
  • Perforación intestinal: Consistente en una perforación del intestino debido a la presencia de úlceras que atraviesan toda la pared del intestino.
  • Fístulas y abscesos: Se trata de comunicaciones entre diferentes puntos del intestino delgado producidos a consecuencia de los episodios de inflamación y microperforaciones. En ocasiones, pueden producirse abscesos, cuyo tratamiento dependerá del tamaño del mismo y de la repercusión en el paciente.
  • Enfermedad perianal: consistente en la aparición de fístulas de ano con múltiples trayectos y abscesos frecuentes.
  • Riesgo de cáncer: en estos pacientes el riesgo de aparición de cáncer colorrectal y de intestino delgado es mayor que en la población sana.
dolor abdominal intenso

¿La enfermedad de Crohn tiene cura?

La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica con un curso variable en función de la respuesta de los pacientes a los diferentes tratamientos.

El seguimiento de los pacientes debe llevarse a cabo por un equipo multidisciplinar de digestólogos, cirujanos, nutricionistas, etc que ajusten y optimicen el tratamiento de forma individualizada para cada paciente.

Al hablar del tratamiento de la enfermedad de Crohn debemos conocer que este se basa en una “pirámide” en la que los tratamientos se aplican de forma escalonada de menos a más y que se puede subir/bajar de escalón dependiendo de la respuesta y de los brotes que pueda tener el paciente.

1. Corticoides:

Suponen la base de la pirámide, se utilizan tanto de vía oral como tópicos en forma de supositorios para tratar los brotes y controlar la inflamación aguda.

2. Inmunosupresores:

Existen 2 tipos: tiopurinas y el metotrexato que se utilizan para mantener al paciente en remisión.

3. Anticuerpos monocleales/agentes biológicos:

Se utilizan para inducir/mantener la remisión de la enfermedad. Existen múltiples y con diferentes vías de administración (intravenosa/subcutánea) que se administran en intervalos de varias semanas de duración.

4. Cirugía:

La cirugía se utilizará principalmente para tratar las complicaciones, tanto agudas (como abscesos y obstrucción intestinal) como crónicas (estenosis y fístulas). Normalmente, la cirugía consistirá en la resección del segmento de intestino enfermo y la realización de una anastomosis (un empalme) que permita dar continuidad al intestino. En algunos pacientes con situaciones nutricionales complejas o estados severos de sepsis puede ser necesaria la creación de un estoma temporal y/o definitivo.

El momento de la cirugía debe ser consensuado entre el equipo médico para que el paciente esté en las mejores condiciones para afrontar la intervención desde el punto de vista nutricional, inflamatorio, séptico y farmacológico.

Dieta para la enfermedad de Crohn

No existe una dieta específica para pacientes con enfermedad de Crohn.

En general, no se deben prescribir dietas restrictivas a estos pacientes. La dieta ideal es una dieta variada, con frutas y verduras, pescado y aceite de oliva, la llamada “dieta mediterránea”.

En aquellos pacientes en los que exista estenosis, puede prescribirse una dieta baja en fibra (conocida como pobre en residuos) de cara a evitar las complicaciones hasta la cirugía. Sin embargo, en el resto de los pacientes la fibra tiene un papel importante regulando la flora intestinal, por lo que su ingesta diaria es importante.

Por otro lado, a pesar de las intolerancias que puedan existir, es fundamental incluir alimentos ricos en calcio como el queso o el yogurt ya que estos pacientes suelen ser propensos al desarrollo de osteoporosis por el uso de corticoides y por la propia enfermedad.

Como se ha dicho anteriormente, dentro del equipo de terapeutas se recomienda el seguimiento por un nutricionista para estos pacientes, con analíticas de control que permitan detectar carencias a tiempo y corregirlas.

¿Cuándo acudir al especialista?

Se deberá consultar a un especialista en caso de aparición de cuadros de diarrea acompañados de dolor abdominal frecuente y/o presencia de sangre/moco en las heces para iniciar el proceso diagnóstico.

En caso de pacientes ya diagnosticados, deberán acudir a un especialista en caso de aparición de fiebre, dolor abdominal intenso o empeoramiento de los síntomas basales como la diarrea o la rectorragia.

Esperamos haber resuelto todas tus dudas sobre la enfermedad de Crohn. Recuerda que en DoctorGO tienes médicos online de distintas especialidades para atenderte en menos de 2 minutos y sin tener que salir de casa.