¿Cuáles son los cambios fisiológicos de un embarazo normal?

El embarazo lleva asociados cambios en prácticamente todos los órganos. Se producen adaptaciones anatómicas, fisiológicas y bioquímicas. Estas modificaciones tienen como objetivo proporcionar el adecuado aporte de sustancias tanto al feto como a la placenta para asegurar un crecimiento adecuado.

foto de embarazada por dentro

Principales cambios hormonales en el embarazo

La gestación implica un reajuste en el metabolismo de todos los nutrientes para almacenarlos y distribuirlos al feto y a la madre, cuyas necesidades metabólicas están también aumentadas.

La hipófisis aumenta tres veces su tamaño en la gestación. Las hormonas FSH y LH se encuentran en baja concentración al ser inhibidas por el aumento de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) y el aumento de la hormona prolactina, que desde el inicio de la gestación aumentará para actuar sobre la glándula mamaria y prepararla para la secreción de leche.

La hormona tiroidea, TSH, aumenta ligeramente durante la gestación, aunque la glándula tiroides no verá alterado su tamaño.

Se produce además un aumento de la aldosterona lo que aumenta la extracción de sodio y la retención de agua, lo que explica los edemas de las gestantes.

Cambios pulmonares y respiratorios

Se produce elevación del diafragma debido al estímulo mecánico de los órganos abdominales que se desplazan hacia arriba por el crecimiento uterino y por acción de la progesterona que relaja el músculo diafragmático.

Se produce desde el inicio de la gestación, una dilatación capilar que afecta a todo el epitelio respiratorio produciendo hiperemia de la faringe, laringe, tráquea y bronquios.

La sensación de falta de aire en el embarazo se debe al aumento del volumen uterino y a la elevación del diafragma y al estímulo de la respiración producido por la progesterona.

embarazada feliz tocándose la barriga

Cambios en el sistema digestivo-gastrointestinales

Debido a los cambios hormonales, desde el inicio de la gestación puede darse un aumento de la salivación lo que produce un cambio en el pH y en la flora bucal, haciendo que aumente el riesgo de caries. Las encías, además, tienen el flujo sanguíneo más aumentado, pudiendo sufrir sangrado y aparición de lesiones benignas conocidas como épulis.

El aumento progresivo de la hormona BHCG durante el primer trimestre de la gestación producirá náuseas, que se irán resolviendo después de finalizado el primer trimestre.

El estómago se ve desplazado hacia arriba y comprimido por el útero y los demás órganos abdominales, pudiendo aparecer pirosis (ardor) y reflujo gastrointestinal.

La acción relajante de la progesterona en el intestino dará lugar a estreñimiento y enlentecimiento del tránsito.

Cambios en el sistema renal y urinario

Los cambios que se producen son fundamentalmente tres: aumento del tamaño renal, aumento del flujo plasmático renal y de la tasa de filtrado glomerular. Este crecimiento se debe al aumento de volumen vascular. Puede producirse una dilatación del sistema renal excretor por acción de la progesterona y la compresión de los uréteres por el útero.

También se puede producir "hidronefrosis", o dilatación renal, hasta en el 80% de las gestantes, más frecuente en el lado derecho y en el tercer trimestre. Se acumula más orina aumentando así, el riesgo de infecciones.

Aumenta la frecuencia urinaria y las micciones nocturnas al aumentar el filtrado renal.

embarazada señalándose la vejiga y la barriga

Cambios cardiovasculares

El corazón se desplaza hacia arriba y hacia la izquierda, haciendo que los focos de auscultación se desplacen durante el embarazo.

Se produce un aumento del gasto cardíaco y aumento de la frecuencia cardiaca, gracias a lo cual aumenta el volumen vascular para que se garantice el aporte adecuado de oxígeno y nutrientes al feto y placenta.

Cambios en el metabolismo

Durante la gestación, la mayor parte de energía que usa el feto proviene de la glucosa por lo que el metabolismo materno se modifica para satisfacer estas necesidades: disminuye la utilización periférica de glucosa y aumenta la secreción de insulina (para que el feto pueda usar esa glucosa). Se crea un estado de resistencia a la acción biológica de la insulina, influida por la acción de los estrógenos y la progesterona. Esto hace que haya madres que desarrollen diabetes gestacional, ya que los niveles de glucosa después de la ingesta aumentan más que antes del embarazo y hay una resistencia a la insulina que en condiciones normales contrarrestaría el aumento de la glucosa.

Los trigliricéridos y el colesterol aumentan durante el embarazo, así como los requerimientos de proteínas ya que son fundamentales en el crecimiento del feto.

Cambios en el sistema inmunológico

El sistema inmunológico materno realiza una serie de modificaciones gracias a las cuales el futuro bebé no será rechazado por la madre para permitir así su crecimiento en el interior materno.

Es preciso el desarrollo de un proceso de inmunotolerancia de la madre hacia el feto para que la gestación pueda desarrollarse normalmente. Estos mecanismos tienen lugar fundamentalmente a nivel local y en menor proporción a nivel sistémico e incluyen: bloqueo de anticuerpos, disminución de la actividad del complemento, producción de sustancias en la placenta que ayudan a que la madre no rechace al feto…

Cambios en la piel

Los cambios cutáneos son muy frecuentes, entre ellos están la aparición de estrías en el abdomen por una pérdida de la elastina unido al aumento progresivo del volumen abdominal y al estiramiento de la piel.

También aparecen cambios en la coloración de la piel, apareciendo en el 90% de las embarazadas una hiperpigmentación, típica en la línea media abdominal, pezones, genitales y periné. Otra manifestación típica del embarazo es el cloasma o melasma, que consiste en una hiperpigmentación en la cara.

En el embarazo son frecuentes la aparición de varices y arañas vasculares por la dilatación vascular producida por los estrógenos.

En cuanto al pelo, se produce un crecimiento del cabello y las uñas en el embarazo.

¿Cuándo acudir al ginecólogo?

Es fundamental conocer esta serie de cambios en el cuerpo materno para poder detectar todos los síntomas comunes del embarazo. Cuando se produzcan síntomas que alteren la calidad de vida de la madre o que éstos sean distintos a los esperables o de intensidad grave, la gestante debe acudir al ginecólogo para poder saber si entran dentro de lo normal o si, en cambio, son signo de una patología subyacente.

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