¿Por qué da hipo? Principales causas del hipo

¿Qué es el hipo? Significado del hipo

El hipo es un síntoma muy frecuente en población sana, que se produce como consecuencia de un movimiento involuntario del diafragma (que es el músculo que separa el tórax del abdomen) al que le sigue el cierre de las cuerdas vocales que evita que el aire salga de la vía aérea, lo que produce el sonido característico de “hip” entre 4 y 60 veces por minuto.

Aunque en el periodo fetal, se cree que el hipo es una preparación de la musculatura respiratoria de cara a la respiración tras el parto y se considera un signo de bienestar fetal, en adultos, su significado suele ser incierto.

El hipo en adultos normalmente tiene una corta duración, aunque en ocasiones estos episodios pueden prolongarse incluso meses, en cuyo caso habrá que descartar la existencia de alguna patología que lo esté produciendo.

Los episodios agudos tienen una duración menor a 48 horas, por encima de este periodo, lo denominamos “hipo persistente”. Por otro lado, si estos episodios se prolongan durante más de 1 mes, entonces hablaremos de un “hipo intratable”.

¿Por qué se produce el hipo? Principales causas

Como hemos dicho, en edad adulta se desconoce la causa del hipo en la mayoría de los episodios de corta duración. En estos casos, el hipo puede deberse:

• Hinchazón o distensión gástrica

Puede estar en relación con comidas copiosas, bebidas con gas, reflujo gastroesofágico, hernia de hiato, obstrucción intestinal…

• Estados de ansiedad o nerviosismo

En los que se produce aerofagia (tragar aire) e hiperventilación.

• Irritantes gástricos o del sistema nervioso

Sustancias tóxicas como el alcohol, el tabaco o sustancias picantes, pueden desencadenar también los episodios.

• Farmacológica

Existen determinados fármacos entre cuyos efectos secundarios puede producirse el hipo como los opioides, benzodiacepinas, algunos agentes quimioterápicos, agonistas dopaminérgicos…

¿Por qué da hipo en bebés?

El mecanismo de producción del hipo en bebés es idéntico al que ocurre en adultos. Sin embargo, los episodios son mucho más frecuentes en esta edad de la vida puesto que tanto el sistema digestivo como el nervioso son inmaduros y los mecanismos que lo desencadenan se produce más frecuentemente. A medida que se produce el crecimiento, los episodios van disminuyendo en intensidad y duración hasta la edad adulta.

En bebés, es frecuente que el hipo se produzca durante las tomas (debido a la ingesta conjunta de aire), tras el llanto, tras comidas copiosas o tras los episodios de reflujo.

¿Cómo parar el hipo?

En el caso de los bebés

En este caso, con cambiar la postura del bebé, ofrecerle líquidos para que pueda ingerir (leche o agua) y/o dar pequeños masajes que le ayuden a relajarse suele ser suficiente.

En el caso de los adultos

La mayoría de los episodios de hipo ceden de forma espontánea. En internet y múltiples publicaciones existen gran cantidad de remedios caseros que, a priori son inocuos y que intentan estimular o re-sincronizar el movimiento diafragmático con la respiración mediante la estimulación nerviosa. Entre los más comunes se encuentran:

• Aguantar la respiración
• Respirar en una blsa de papel en los casos de episodios de ansiedad.
• Estimular el reflej de nausea produciendo arcadas.
• Ingiriendo líquidos de forma rápida.

Medicamentos para parar el hipo

En aquellos casos de hipo persistente se recurre a fármacos para su control. Los fármacos de primera línea son el baclofeno, la gabapentina y la pregabalina. En caso de fracaso, existen otras líneas de tratamiento para quitar el hipo como metoclopramida, domperidona, clorpromazina, etc. Todos ellos, deben ser indicados por un profesional sanitario ya que pueden producir efectos secundarios e interaccionar con otros fármacos que esté tomando el paciente.

Otras opciones terapéuticas en caso de fracaso del tratamiento farmacológico que han sido publicadas son el bloqueo nervioso selectivo, la acupuntura y la hipnosis.

Causas del hipo persistente. Señales de alarma

En aquellos casos de hipo persistente o intratable, suele existir una causa subyacente que perpetua el episodio. Dependiendo de la patología que cause el hipo, los síntomas acompañantes pueden ser de tipo nervioso (como alteraciones en la conducta, temblores, etc.), metabólico (alteraciones en el nivel de conciencia, mareos…), complicaciones postquirúrgicas (dolor abdominal, fiebre, signos de infección) u otros (tos, dolor torácico, dolor abdominal…)

En estos casos, deberán buscarse causas como:

• Enfermedades del sistema nervioso central

Como el Parkinson, la epilepsia, la esclerosis múltiple, infecciones tipo meningitis o encefalitis, enfermedad cerebrovascular, tumores intracraneales…

• Metabólicas

Algunas alteraciones metabólicas como la hiponatremia (déficit de sodio), la hipocalcemia (déficit de calcio), la diabetes…

• Quirúrgicas

Los procedimientos invasivos realizados durante las intervenciones quirúrgicas como la intubación orotraqueal, la cirugía torácica y abdominal pueden tener como consecuencia la aparición de un hipo persistente.

• Tumoral

Algunos tumores del sistema nervioso, esofágicos, gástricos o pulmonares pueden producir hipo persistente.

¿Qué se debe hacer en caso de hipo persistente?

En caso de que el episodio de hipo se prolongue durante más de 24-48 horas, se deberá consultar a un profesional sanitario para que realice una exploración física completa y solicite los estudios complementarios pertinentes para determinar la causa y descartar una patología subyacente.

¿Cuándo acudir al médico o especialista?

Se deberá consultar con el Médico de Familia o Especialista en caso de presentar episodios de hipo recurrentes que se incrementen en el tiempo y en frecuencia con el paso de los días o bien, ante un episodio de hipo que dure más de 24-48 horas y se acompañe de alguno de los síntomas de alarma anteriormente descritos.