Cada 29 de mayo se celebra el día mundial de la salud digestiva. Cada vez son más frecuentes las enfermedades del aparato digestivo, y por ello, en los siguientes apartados veremos algunas de las enfermedades más comunes del aparato digestivo, qué hábitos saludables seguir para el cuidado del aparato digestivo, así como otros consejos para mejorar la salud.

¿Qué es la salud digestiva?

La salud digestiva es el equilibrio entre el buen estado y funcionamiento del aparato digestivo, lo que hace que no tengamos ni síntomas ni enfermedades relacionadas.

El aparato digestivo es el principal encargado de aprovechar los nutrientes que contienen los alimentos que ingerimos. Mediante una serie de procesos físicos y químicos; obtendremos la energía necesaria para distribuirla por todo nuestro organismo. Esa energía, es necesaria para la reparación, crecimiento y correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

La digestión comienza por la boca, así que es importante conocer todas las partes implicadas para poder cuidar de nuestra salud digestiva. Las principales partes encargadas del aparato digestivo son: la boca, la garganta (faringe), las glándulas salivales, el esófago, el estómago, el hígado, la vesícula biliar, el páncreas, el intestino delgado y el intestino grueso (incluyendo el recto y el ano).

¿Por qué es importante mantener una buena salud digestiva?

Es importante mantener una buena salud digestiva para prevenir el desarrollo de posibles enfermedades relacionadas con el aparato digestivo, además de mejorar los síntomas y la calidad de vida en caso de padecer ya una enfermedad digestiva.

Para ello, deberíamos concienciarnos en mantener una buena alimentación desde la infancia. Unos buenos hábitos alimentarios fomentarán el correcto funcionamiento de los órganos y partes implicadas, en este caso, del aparato digestivo, además de mantener una microbiota, popularmente conocida como “flora intestinal”, equilibrada.

Por el contrario, una mala alimentación dará lugar a una serie de síntomas como: estreñimiento, diarrea, reflujo, hinchazón abdominal… que a la larga pueden complicarse y derivar en una patología digestiva crónica.

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Enfermedades más comunes del aparato digestivo

Existen diversas enfermedades del aparato digestivo según el tramo implicado, a pesar de ello, no todas son permanentes y algunas pueden revertirse:

1. Gingivitis

La gingivitis da lugar a la inflamación y el sangrado de las encías entre otras complicaciones. Esto se debe a la placa y el sarro acumulado entre los dientes que se compone de restos de alimentos y bacterias.

2. ERGE

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es cuando el contenido retrocede del estómago hacia el esófago.

3. Enfermedades por alteración de la microbiota intestinal

Enfermedades como la candidiasis, SIBO, Helicobacter Pylori… son algunas de las más frecuentes.

4. Enfermedad celíaca

La celiaquía es una enfermedad autoinmune en la que el consumo de gluten daña el intestino delgado de la persona que la padece. El gluten es una proteína presente en cereales como el trigo, el centeno y la cebada que produce una lesión grave en las mucosas del intestino delgado de las personas afectadas.

5. Intolerancia a la lactosa

Aparece cuando la persona deja de producir lactasa que es la enzima encargada de romper la lactosa, azúcar de la leche.

6. Hígado graso

Sucede cuando se acumula grasa en el hígado y puede ser por causa alcohólica o no alcohólica. Esta enfermedad puede empeorar dando lugar a cirrosis y posteriormente cáncer de hígado.

7. Hemorroides

Son venas inflamadas por demasiada presión alrededor del ano. Pueden ser tanto internas como externas.

8. Otras enfermedades

Enfermedades relacionadas con el aparato digestivo como la colitis ulcerosa, enfermedad de crohn, hernia de hiato, gastritis, diverticulitis y úlceras.

Mejores hábitos para el cuidado digestivo

En ocasiones, pese a haber mantenido unos buenos hábitos, podemos desarrollar una enfermedad por otras causas como pueden ser la influencia genética. Esto quiere decir, que los antecedentes familiares también forman parte a la hora de poder desarrollar una enfermedad digestiva. Por ejemplo; en el caso de una persona que tiene un padre o una madre con enfermedad celíaca, esa persona tiene más probabilidades de tener a lo largo de su vida una enfermedad celíaca.

Mantener unos buenos hábitos de vida saludables ayudan tanto en la prevención como en el tratamiento de cualquier patología digestiva como:

  • Evitar el consumo de drogas, incluyendo el alcohol y el tabaco.
  • Evitar el sedentarismo y mantenerse en activo.
  • Reducir el consumo de comidas procesadas, precocinadas y con exceso de azúcares y grasas de mala calidad.
  • Mantener una alimentación variada rica en nutrientes como; las frutas, verduras, legumbres, huevos y pescado.
  • Si padeces alguna de las enfermedades anteriormente mencionadas o cualquier otra que requiera de pautas específicas, sería importante acudir al nutricionista para que pueda adaptar tu alimentación. Así, podrás fomentar el uso de aquellos alimentos más saludables y favorecedores para tu situación personal y evitar aquellos que te aumentan o te producen síntomas.
  • Comer despacio para favorecer la digestión. Según la enfermedad, quizás tengas que separar el agua de las comidas principales y fraccionar las ingestas.
  • El estrés es un mal aliado para el aparato digestivo. El tracto gastrointestinal y el sistema nervioso están totalmente conectados por el llamado eje intestino-cerebro. El eje intestino-cerebro es el nombre que se otorga a la comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro.

¿Cuándo acudir al médico?

  • Cuando tengas varios síntomas de forma permanente o frecuente: vómitos, diarrea, estreñimiento, cambio en el color y consistencia de las heces, fatiga, migrañas, inflamación del abdomen, pérdida de peso repentina, ausencia de hambre, reflujo… pueden ser algunos de los síntomas más comunes.
  • Si tienes alguna de las enfermedades que requiere de medicación o de un tratamiento especial y aun así, experimentas algún síntoma.
  • Cuando no seas capaz de sobrellevar o tratar adecuadamente tu enfermedad, acude al profesional correspondiente a tu problema: médico digestivo, nutricionista, fisioterapeuta, psicólogo…
  • Sería recomendable hacerse un reconocimiento médico de forma anual. Estos, dan pistas que, junto a los síntomas, que a veces los podemos asociar a otras causas y no darles gran importancia, ayudarían a dar un diagnóstico de forma más rápida. Sobre todo, si llevas en ese estado “toda la vida” o más de 2 años sin hacerte una analítica.
  • Cuando no encuentren la causa o el origen de lo que te pasa, busca una segunda valoración por parte del profesional médico o sanitario correspondiente.

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Bibliografía
  • http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1022-51292010000100001
  • https://www.aegastro.es/
  • https://www.cancer.gov/espanol/publicaciones/diccionarios/diccionario-cancer/def/aparato-digestivo
  • https://medlineplus.gov/spanish/