¿Qué es la histamina y la histaminosis?

La histamina es un compuesto químico con múltiples efectos en órganos y sistemas del cuerpo humano. Actúa como hormona, neurotransmisor y mediador inflamatorio. Está implicada en funciones fisiológicas a nivel gastrointestinal, genitourinario, respiratorio, cardiovascular, cutáneo, sistema nervioso central e inmunohematológico.

La histaminosis o intolerancia a la histamina es una patología que se produce cuando hay un desequilibrio entre la ingesta o producción histamina y la degradación de ésta a nivel intestinal y hepático.

La metabolización o degradación de la histamina se produce mediante tres vías. Una vía es mediante la enzima histamina-N-metiltransferasa (HNMT) de localización preferentemente hepática. La segunda vía es la más importante y de localización intestinal por parte de la enzima diaminooxidasa (DAO). La tercera vía es a través de las bacterias intestinales mediante degradación de la histamina ingerida con los alimentos.

Origen de la histamina

Los niveles de histamina en sangre proceden de la liberación de la histamina tras un estímulo alérgico, por una ingesta de histamina contenida en los alimentos, por la producción en células del sistema inmune, digestivo o de la sangre (mastocitos, basófilos, neuronas, células gástricas, células enterocromafines), por la producción por bacterias intestinales y por la disminución en la degradación por parte de las enzimas DAO y HNMT.

Endógeno (interno)

Por sobreproducción, debido a alergias, enfermedades inmunológicas o gastrointestinales.

Por disminución de la degradación si hay bajos niveles de enzima diamino oxidasa (DAO) o estar ésta en forma inactiva.

Exógeno (externo)

Por aumento de la absorción de histamina, histidina u otras aminas biogénicas con la ingesta de alimentos o alcohol o por producción por bacterias intestinales.

Principales causas del exceso de histamina

1. Por liberación excesiva de histamina endógena

1.1. Alergia

Las enfermedades alérgicas se producen por una reacción exagerada del sistema inmunitario del paciente frente a diversas sustancias del entorno. Los agentes desencadenantes de estas enfermedades se llaman alérgenos y pueden tener diversa procedencia (pólenes, alimentos, medicamentos, etc.). Es una anomalía de la respuesta del sistema inmunitario frente a elementos de nuestro entorno que no suponen ninguna amenaza para nosotros. Sin embargo, en los individuos que son alérgicos, su sistema inmunitario reacciona intensamente contra ellas segregando sustancias como la histamina que producen los síntomas.

1.2. Mastocitosis

La mastocitosis es una patología causada por un aumento en el número de mastocitos en tejidos como la piel, la médula ósea o el tracto digestivo. Los mastocitos, son células del sistema inmunitario. Sintetizan y almacenan gránulos de histamina, triptasa y otros mediadores químicos. Cuando el mastocito se activa libera estos mediadores causando los síntomas típicos de las reacciones alérgicas.

1.3. Síndromes de activación mastocitaria

En estos casos los mastocitos se encuentran en número normal, pero se encuentran alterados en su función liberando sus mediadores (histamina y otros) con más facilidad de lo normal ante múltiples estímulos (calor, estrés, picaduras, ciertos medicamentos).

1.4. Tumores de células enterocromafines

Son tumores benignos del tubo digestivo, por proliferación excesiva de células que producen y liberan normalmente sustancias vasoactivas como la histamina, la serotonina o la dopamina. El exceso de producción y liberación a la sangre de estas sustancias provoca síntomas como diarreas, mareos o flushing.

2. Mayor ingesta de histamina externa o exógena

Algunos alimentos como el chucrut, el pescado, los productos cárnicos ahumados y algunos tipos de queso contienen grandes cantidades de histamina, que pueden contribuir a los síntomas de histaminosis debido a un ligero exceso de histamina.

Para diagnosticar histaminosis, los pacientes que consumen alimentos con histamina deben estar acompañados de una DAO insuficiente. De lo contrario, debe diagnosticarse como intoxicación por histamina.

Algunos alimentos pueden desencadenar la liberación de histamina; por ejemplo, papaya, fresas, cítricos, algunas nueces, clara de huevo, chocolate, pescado y cerdo.

Alimentos ricos en otras aminas biogénicas (cadaverina y putrescina) como carnes fermentadas, quesos, pecados o chucrut, pueden causar una inhibición competitiva de la DAO, excediendo la cantidad generalmente tolerable de histamina, que puede causar histaminosis. La enzima DAO se encarga de degradar la putrescina, la histamina y la cadaverina. La cadaverina o putrescina en estos alimentos competirá con la histamina por los sitios de unión en la DAO, inhibiendo así la degradación de la histamina por la DAO.

2.1.Escombroidosis

La sintomatología por un exceso de histamina plasmática puede producirse por una intoxicación al ingerir alimentos en mal estado ya que el aminoácido L-histidina se metaboliza mediante enzimas bacterianas hacia histamina, aumentando de forma considerable los niveles de histamina en el alimento. Se manifiesta como un cuadro agudo pseudoalérgico con exantema cutáneo, vómitos, diarrea, dolor abdominal y/o dificultad respiratoria. Este cuadro representa un problema de seguridad alimentaria.

2.2. Crecimiento excesivo de bacterias intestinales

Las alteraciones en la flora intestinal también pueden conducir a un aumento de los niveles de histamina. Algunas bacterias también parecen sintetizar y secretar histamina.

El SIBO o sobrecrecimiento bacteriano se define como un aumento en las bacterias de intestino delgado como consecuencia de un desequilibrio en la microbiota intestinal.

El aumento de bacterias patógenas puede causar un aumento en la producción de citocinas proinflamatorias que dañan la mucosa intestinal, que quedará inflamada. Dicha inflamación puede causar una disminución de la actividad de la DAO, y por lo tanto un déficit de DAO adquirido. Si dicha inflamación se prolonga, puede dar lugar a una mayor permeabilidad intestinal, que tendrá como consecuencia una mayor absorción de la histamina ingerida a través de la dieta.

3. Déficit de la enzima DAO

La histaminosis puede producirse por una disminución cuantitativa o cualitativa de la enzima DAO que es la enzima principal encargada de degradar la histamina presente en los alimentos a nivel intestinal y actuando como barrera. Los síntomas son más larvados y no se suelen relacionar con un alimento determinado.

Aparecen de forma crónica múltiples síntomas según el órgano o sistema diana predominante. Puede afectar a nivel del sistema nervioso central con dolor de cabeza, vértigo o náuseas y vómitos; a nivel cardiovascular con hipotensión, taquicardia y arritmias; a nivel cutáneo con picor, exantema, urticaria; a nivel respiratorio con pitos, dificultad respiratoria y moqueo; a nivel genital con dolor con la menstruación y a nivel gastrointestinal con diarrea, meteorismo, vómitos y dolor abdominal.

4. Genética

Entre las causas genéticas que producen histaminosis se encuentran polimorfismos (mutaciones) en los genes que codifican la enzima diaminooxidasa (DAO). La expresión de este gen conduce a cambios en la producción de proteínas y la actividad enzimática es más baja de lo normal. Varios polimorfismos del gen DAO están relacionados con enfermedades gastrointestinales inflamatorias.

El alto grado de variabilidad interindividual de la expresión de DAO en el intestino y la asociación de polimorfismos en el gen DAO con enfermedades gastrointestinales proporcionan evidencia de la susceptibilidad genética de este subgrupo de pacientes con intolerancia a la histamina.

5. Enfermedades intestinales

El déficit de DAO está presente en enfermedades intestinales, como el adenoma de colon, los síndromes malabsortivos, alergias alimentarias o en la enfermedad celíaca.

Debido al aumento de la concentración sanguínea de histamina, la frecuencia o la gravedad de los síntomas mediados por histamina pueden aumentar, lo que lleva a la coexistencia de histaminosis. La deficiencia de DAO causada por estas enfermedades puede ser otra causa de histaminosis.

6. Fármacos

Algunos fármacos que pueden aumentar los niveles de histamina son aquellos que inhiben la actividad de la DAO.

Son algunos mucolíticos (ambroxol, acetilcisteína), antieméticos (metoclopramida), fármacos antiarrítmicos (verapamilo), algunos antihipertensivos (dihidrohidrazina), el alcohol, algunos antidepresivos (amitriptilina), la cloroquina y el ácido clavulánico.

Una vez cesa el efecto farmacológico los síntomas de histaminosis desaparecen.

Diagnóstico para la histaminosis alimentaria

Los síntomas pueden ser muy dispares, genéricos y no asociados a ningún alimento en concreto, y además no existe una prueba diagnóstica precisa y asequible lo que conlleva una dificultad en el diagnóstico y a conocer su incidencia.

Se puede considerar el diagnóstico con la presencia de dos o más síntomas típicos, comprobación de mejoría clínica tras realizar dieta baja en histamina y descartar alergias alimentarias mediante pruebas cutáneas o analítica de sangre.

Algunas pruebas de laboratorio son la determinación de DAO plasmática e histamina en sangre y orina pero no siempre son reproducibles en la clínica.

Tratamiento de la histaminosis

El tratamiento consiste en una dieta con alimentos bajos histamina cuya respuesta suele ser en los primeros días y mantenerla durante 1 mes si los síntomas desaparecen para luego ir introduciendo los alimentos retirados de forma individual.

En general son recomendables los alimentos frescos y evitar las conservas, alimentos muy procesados y la cocina muy elaborada.

En muchos casos la histaminosis es transitoria y vuelven a tolerar una dieta normal.

Alimentos permitidos:

❖ Agua, café, té.

❖ Patatas, arroz, pasta, cereales.

❖ Evitar en general la leche pero podría tomar yogur o queso fresco.

❖ Hortalizas: lechuga, coliflor, brócoli, achicoria, ensalada de maíz, pepino, zanahoria, ajo, calabaza, cardo, pimientos, champiñones, rábano, ruibarbo, espárragos, calabacín, cebolla.

❖ Frutas: manzana, pera, melocotón, ciruelas, cerezas, melón, arándanos.

❖ Hierbas y especias.

❖ Aceite vegetal, vinagre, aceitunas.

❖ Carnes, aves, pescado y salchichas frescas o congeladas sin precocinar.

❖ Pescado blanco muy fresco: merluza, bacalao, rape.

❖ Embutidos: jamón de York (calidad extra).

Alimentos a evitar:

❖ Bebidas alcohólicas.

❖ Pescado azul en conserva (atún, sardina, caballa) o semi conserva (anchoas, arenques). ❖ Mariscos.

❖ Preparados cárnicos curados: chorizo, salchichón, salami, fuet, sobrasada.

❖ Quesos madurados: manchego, mahonés, parmesano, gouda, emmental, gruyere, roquefort, camembert, cheddar, queso rallado.

❖ Productos fermentados: chucrut, derivados de la soja.

❖ Chocolate, vainilla.

❖ Frutas: cítricos, kiwi, frutos secos, fresas, piña, papaya.

❖ Verduras y hortalizas: espinacas, tomate fresco o en salsa, berenjenas.

❖ Huevo.

En los casos más severos algunos autores recomiendan la administración de antihistamínicos.

También se puede administrar suplementos de zinc, cobre, vitamina C y vitamina B6 que incrementan la actividad de la DAO consecuentemente aumentando la degradación de la histamina.

Los suplementos de DAO antes de las comidas durante cuatro semanas consecutivas mejoran la mayoría de los síntomas.

En pacientes con trastornos de la flora intestinal la adición de probióticos puede conducir a la regulación de la microbiota.

Complicaciones de la histaminosis

Existen diferentes niveles de sensibilidad a la histamina, dietas muy restrictivas en alimentos ricos en histamina pueden ocasionar déficits nutricionales por lo que es crucial monitorear la respuesta personal a los alimentos y ajustar la dieta según las necesidades específicas. En casos en que sea necesario una restricción estricta pueden ser necesarios suplementos nutricionales.

Es aconsejable consultar con un nutricionista especializado para recibir orientación y apoyo adecuados en el manejo de la histaminosis.

¿Cuándo acudir al alergólogo?

Las alteraciones en el metabolismo de la histamina pueden producir síntomas muy variables y que deberían valorarse como posible causa en aquellos pacientes con clínica sugestiva de alergia, pero con estudio alergológico negativo.

Recomendamos una valoración alergológica en aquellos pacientes que presenten sintomatología abdominal difusa como dolor abdominal, gases y diarrea de larga evolución y sin relación con ningún alimento concreto.

Así como en el caso de relacionar la ingesta de algunos alimentos con síntomas como:

  • dolores menstruales
  • congestión nasal
  • ahogo
  • picores
  • rojeces
  • urticaria
  • migrañas
  • alteración del sueño
  • vértigo
  • mareo
  • taquicardia
  • dolores musculares o alteración de la temperatura corporal
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