¿Es normal que mi bebé se despierte de noche?

Siempre que escuchamos eso de “dormir como un bebé” nos imaginamos a un niño que duerme del tirón toda la noche, pero la realidad es que lo más frecuente es que el bebé se despierte. Es decir, los “bebés que no duermen” son más la norma que la excepción, con el consiguiente cansancio (y a veces desesperación) de los padres. Sin embargo, hay que entender el sueño infantil como un proceso evolutivo de tal forma que dormir toda la noche “del tirón” es un logro en el desarrollo psicomotor determinado por factores madurativos, constitucionales y genéticos.

¿Cuántas horas debe dormir mi hijo?

La cantidad de horas que debe dormir un niño depende de la edad y del propio individuo. Cada persona es única y tiene unas necesidades de sueño determinadas. El tiempo ideal de sueño es aquel que le permita realizar las actividades diarias con normalidad.

El recién nacido duerme unas 16-17 horas al día, no distingue entre el día y la noche, su sueño es muy caótico y sus despertares están muy condicionados por su alimentación. A los 5-6 meses el sueño va madurando y se va estableciendo el ritmo circadiano. A los 2 años ya duermen una media de unas 13 horas al día.

¿Cómo enseñar a mi hijo a dormir?

Lo importante es adquirir una serie de hábitos y rutinas de sueño. Establecerlas le dará seguridad y confianza al niño, y entenderá que la hora de dormir se acerca. Los primeros 4-6 meses esto será difícil, pero a partir de entonces podemos empezar a establecer rutinas:

  • Horarios: es importante mantener un horario regular. Despertarse e irse a dormir todos los días a la misma hora, incluyendo los fines de semana.
  • Establecer una rutina adecuada de siestas según la edad y necesidades del niño. Evitar siestas tardías.
  • Rutinas de sueño antes de ir a dormir, en un ambiente tranquilo y relajante. Por ejemplo, baño, cena, poner el pijama, lavarse los dientes y a dormir. Evitar rutinas que “activen” al niño antes de ir a la cama, si no elegir actividades tranquilas y relajadas para ir favoreciendo el sueño.
  • Condiciones ambientales adecuadas: oscuridad durante la siesta y la noche, luminosidad al despertar. Temperatura adecuada y poco ruido. Las tomas nocturnas deben ser aburridas, sin luz ni otros estímulos.
  • Limitar las actividades que facilitan el desvelo en la cama y utilizar la cama solo para dormir.

¿A los cuántos meses un bebé duerme toda la noche?

Es importante entender que los despertares nocturnos son la regla y no la excepción. Aparecen en un 20-40% de los niños menores de 3 años, y van disminuyendo poco a poco, de forma que hasta un 15% de los niños de 3 años se despiertan y solo un 2% lo harán cuando alcancen los 5 años. De todos modos, esta disminución no es constante, si no que habrá etapas en las que puede que se despierten más y otras menos. El sueño es un proceso evolutivo, de tal forma que dormir toda la noche es un logro en el desarrollo psicomotor de nuestros hijos.

¿Por qué se despiertan los bebés?

Porque el sueño tiene diferentes fases que se van repitiendo a lo largo de la noche, unas fases de sueño ligero y otras de sueño más profundo, son los ciclos de sueño. Durante cada noche se completan varios ciclos de sueño, y entre ciclo y ciclo se produce un “microdespertar”. Cuando el niño no es capaz de reiniciar el siguiente ciclo de forma autónoma entonces el niño se despierta y demanda ayuda a su cuidador para poder seguir durmiendo.

¿Por qué mi bebé no duerme? Principales causas

Los despertares también pueden producirse por hambre, ya que un bebé puede tener la necesidad de alimentarse por la noche hasta más allá del año y es normal. También pueden producirse por incomodidad (frío, calor, ruidos, pañal sucio...), porque el bebé necesita sentirnos cerca o simplemente porque nos necesita para volver a dormirse.

Otra causa puede ser el sobrecansancio. Si no respetamos las siestas el niño dormirá menos de lo que necesita y cuando llegue la hora de dormir el sobrecansancio motivará dificultades para conciliar el sueño y más despertares nocturnos. Lo mismo ocurre si ponemos al niño a dormir más tarde de lo que le correspondería. Estará “pasado de rosca” y le constará más conciliar el sueño.

También puede deberse a ausencia de rutinas o a regresiones de sueño que suelen coincidir con la aparición de hitos del desarrollo (gateo, deambulación, lenguaje...).

1. Mi bebé no duerme por el día

Aprende a reconocer las señales de cansancio y sueño de tu peque. Si llega muy cansado a la hora de la siesta luego le costará dormirse. Puedes ayudarte de las ventanas de sueño por edades para que puedan orientarte. Establece unos horarios y unas rutinas, también para las siestas, aunque en este caso las rutinas serán más cortas. Respeta las siestas, ya que son tan importantes como el sueño nocturno. Las siestas favorecen el descanso durante la noche y evitan llegar muy cansados a la la hora de acostarse. Intenta respetar los horarios, ya que si lo cambiamos de repente puede que luego le cueste dormir de día.

2. Mi bebé no duerme por la noche

Sigue atenta a las señales de cansancio de tu hijo. Los horarios y rutinas son fundamentales. Las rutinas previo a la hora de irse a dormir dependerán de la edad. Asegúrate que ha dormido bien durante el día, ya que el descanso diurno es importante para que el niño duerma bien de noche. Por el día no te olvides de exponer a tu hijo a la luz del sol para programar su ritmo circadiano. Evita actividades intensas y pantallas las 1-2 horas previas a la hora de acostarse. Asegúrate de que el niño no se vaya a dormir con hambre ni lo sobrealimentes pensando que así dormirá mejor.

A veces lo que se produce es dificultad para conciliar el sueño ante la ausencia de determinadas asociaciones. Es decir, el niño asocia quedarse dormido con una estimulación específica: el biberón, el pecho, habitación iluminada, presencia de los padres en la habitación o en su cama... y lo necesitará para dormirse y durante sus despertares a lo largo de la noche. Si eso para vosotros supone un problema, debéis trabajar en que el niño se duerma de otra forma.

bebe no duerme

3. Mi bebé llora antes de dormir

Puede producirse por varias causas:

  • Sobrecansancio: A veces están “pasados de rosca”, muy cansados, bien porque han dormido poco durante el día o han estado despiertos demasiado tiempo. En ese caso les costará relajarse y llorarán porque quieren dormir, pero no pueden. Evita esto intentando que tu hijo duerma las siestas que le corresponden por edad y asegurando un buen descanso diurno.
  • Poco cansado: A veces ocurre lo contrario. El niño no está lo suficientemente cansado y no quiere dormir. Quizá porque ha hecho una siesta muy tardía o haya tenido poca actividad durante el día. Así que el niño se resistirá a dormir por mucho que lo intentemos.
  • Falta de rutinas de sueño: A algunos niños no les hace falta, pero a otros muchos sí. Saber qué ocurrirá después le aporta seguridad y le ayuda a relajarse y prepararse para la hora del sueño.
  • Sobreestimulación: en los bebés más pequeños recibir muchos estímulos durante el día puede impedir que concilien el sueño con facilidad. Cuando son más mayores debemos evitar las actividades intensas y el uso de pantallas antes de dormir. Mejor realizar actividades tranquilas y relajantes.
  • El bebé se despierta llorando de noche: Muchas veces lo que ocurre es que no son capaces de reiniciar el sueño de forma autónoma y reclaman a sus padres para saber que están ahí y ayudarles a retomar el sueño (bien con el pecho, brazos...)

¿Lo dejo llorar hasta que se duerma?

Hace años se popularizó un método de entrenamiento de sueño en el que se dejaba llorar al niño hasta que se terminaba durmiendo por agotamiento: “nadie vendrá a ayudarme”. Aunque efectivamente, el niño acaba durmiendo solo, tiene efectos negativos en el desarrollo psicológico y emocional del niño.

¿Qué puedo darle al bebé para que duerma?

La melatonina es una hormona que produce nuestro cuerpo de forma natural en ausencia de luz y que nos prepara para ir a dormir. Si un niño tiene un problema de sueño hay que buscar cuál es el origen del problema: analizar rutinas, hábitos de sueño, horarios, sueño nocturno y diurno. La melatonina puede ser útil en algunos casos como complemento, pero no como primer paso ni como única intervención.

Por otro lado, es frecuente la recomendación de poner cereales en el biberón para dormir mejor. Pero la realidad es que no se ha demostrado que aumentar la ingesta calórica de noche ayude a que disminuyan los despertares nocturnos.

Las infusiones infantiles tampoco están recomendadas. Si nos fijamos en sus ingredientes muchas de ellas tienen un contenido importante de azúcar, que no se recomienda en bebés. Además, su consumo desplaza la ingesta de leche, que es el alimento principal hasta el año de vida, y único durante los primeros 6 meses. Sin olvidarnos que algunas infusiones pueden resultar tóxicas en bebés.

¿La lactancia afecta al sueño del bebé?

Mucho se habla de que “la teta” hace que el bebé se despierte más a menudo. Los niños alimentados al pecho se alimentan de forma más frecuente y tienen intervalos entre comidas más cortos. Como los patrones de alimentación son uno de los marcadores de los patrones de sueño, parece que los niños alimentados al pecho adquieren el patrón de sueño continuado más tarde. Pero destetar a un niño tampoco garantiza que su sueño mejore y que disminuyan sus despertares. Los despertares ocurren porque el bebé no consigue enlazar un ciclo de sueño con otro y necesita una intervención (el pecho, por ejemplo) para conciliar el sueño. Si la madre se siente agotada frente a los despertares se puede intentar romper esa asociación teta-sueño. Si a la madre no le importa no hay ningún problema. No es necesario destetar para mejorar el sueño.

¿Cuándo acudir al pediatra?

Si tu bebé duerme poco, tiene muchos despertares nocturnos, o lo ves muy irritable durante el día, consulta con el pediatra. Muchas veces se puede mejorar el sueño de nuestros hijos repasando rutinas, hábitos, horarios... También te ayudará a detectar si existe alguna enfermedad que pueda estar interfiriendo en su sueño, ya que por ejemplo alergias alimentarias, reflujo gastroesofágico, cólicos, hierro bajo, otitis y otras enfermedades infecciosas pueden ser causa de problemas de sueño en bebés.

Esperamos que este artículo te haya sido útil y aclarado todas las dudas de por qué tu bebé no duerme. Si necesitas la revisión de un pediatra, recuerda que en DoctorGO cuentas con un seguro de salud con cobertura en pediatría para darle el mayor cuidado y atención a la salud de tus hijos. Elige de nuestro cuadro médico el especialista o centro médico más próximo a ti.

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