¿Qué es la enfermedad de Graves?

La enfermedad de Graves es la causa más frecuente de hipertiroidismo, es decir, de exceso de hormonas tiroideas en el organismo, especialmente en población joven. Es una enfermedad autoinmune.

Síntomas de la enfermedad de Graves

La enfermedad de Graves se puede manifestar con síntomas comunes a otras causas de hipertiroidismo como:

  • intolerancia al calor o exceso de sudoración
  • pérdida de peso
  • aumento del apetito
  • ansiedad
  • irritabilidad
  • palpitaciones
  • oligomenorrea (el ciclo menstrual se alarga por lo que las menstruaciones están más espaciadas en el tiempo)
  • aumento del número de deposiciones
  • sensación de falta de aire
  • cansancio, debilidad…

También aparecen signos como:

  • piel húmeda y caliente
  • temblor
  • pérdida de cabello
  • debilidad y atrofia muscular
  • enrojecimiento de las palmas de las manos
  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • aparición de fibrilación auricular, el tipo de arritmia cardíaca más frecuente, o descompensación de enfermedades del corazón previas como insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria

Existen manifestaciones de la enfermedad de Graves que son exclusivas de esta enfermedad y clasicamente son tres:

1. El bocio difuso no doloroso

Es decir, un aumento homogéneo del tamaño de la glándula tiroides, que se encuentra en la parte anterior del cuello. Es diferente del bocio multinodular, otra causa de hipertiroidismo.

2. Oftalmopatía

La oftalmopatía por enfermedad de Graves cursa con presión o dolor en la parte posterior del globo ocular y puede aparecer edema alrededor del ojo, enrojecimiento de este, sensación de escozor, de arenilla... El exoftalmos es la protrusión del globo ocular hacia fuera de la órbita que impide parpadear y puede provocar queratitis al no cerrarse bien el ojo y exponerse la córnea durante demasiado tiempo. En ocasiones se produce fibrosis de los músculos oculares, dando como resultado visión doble. Menos frecuentemente puede producirse lesión del nervio óptico, lo que afectaría a la visión del paciente.

3. Mixedema Pretibial

Por último, el mixedema pretibial es resultado de la acumulación de sustancia mucosa en los tejidos, sobre todo en la zona de la tibia.

Causas de la enfermedad de Graves

La causa de la enfermedad de Graves es la aparición de anticuerpos que se unen al receptor del tiroides de la hormona estimulante del tiroides (TSH) y que provocan su activación, apareciendo aumento del tiroides o bocio y aumento de la producción de hormonas tiroideas. Es lo que se conoce como una enfermedad autoinmune.

Diagnóstico para detectar la enfermedad de Graves

Si se sospecha esta enfermedad en un paciente con los síntomas mencionados, se debe medir la TSH en sangre. Si los niveles de esta son bajos, se debe medir la tiroxina plasmática libre (T4) y si esta está elevada, nos encontraríamos ante un hipertiroidismo clínico. Una vez diagnosticado el hipertiroidismo debemos identificar de qué tipo de hipertiroidismo se trata.

Los anticuerpos antitiroideos pueden estar elevados, los de tipo TSI son los más específicos de la enfermedad de Graves, pero pueden estar elevados todos ellos.

En ocasiones se realizan otras pruebas como ecografía del tiroides o la gammagrafía con tiroidea con tecnecio 99, aunque los síntomas, la palpación del tiroides y situaciones como embarazo, haber recibido radiación por yodo o dolor en el cuello, ya aportan mucha información.

enfermedad de Graves diagnostico

Factores de riesgo

La enfermedad de Graves es poco frecuente, se da con mayor frecuencia en mujeres (10:1) y la edad de aparición suele ser entre los 40 y los 60 años. Existe mayor predisposición a que aparezca esta enfermedad si existen antecedentes familiares. Puede aparecer en personas que ya presenten otras enfermedades autoinmunes, ya que esto implica un funcionamiento alterado del sistema inmune, aunque no tiene por qué ser siempre así. Algunos estudios han indicado la posible relación entre alteraciones de la microbiota y el desarrollo de esta patología. El tabaco no predispone para la enfermedad, pero sí para la aparición de oftalmopatía.

Complicaciones por enfermedad de Graves

Las principales complicaciones de la enfermedad de Graves son:

  • Problemas durante el embarazo (aborto, parto prematuro, patología tiroidea en el feto…)
  • Patología cardíaca como arritmias
  • Alteraciones de la estructura del corazón o insuficiencia cardíaca
  • Aumenta el riesgo de fracturas por osteoporosis y puede producirse una crisis tiroidea. La crisis tiroidea o tirotoxicosis es una complicación poco frecuente pero muy grave en la que el aumento brusco de las hormonas tiroideas produce fiebre, sudoración, vómitos, diarrea, confusión, convulsiones, arritmias, piel y/u ojos amarillos por afectación del hígado, alteraciones de la tensión arterial e incluso coma.

Las complicaciones derivadas del tratamiento antitiroideo pueden ser leves como: urticaria u otras lesiones en la piel, fiebre o dolor articular. Pero también graves como la agranulocitosis (disminución de los leucocitos), hepatitis o lupus eritematoso de origen farmacológico.

Hay que tener en cuenta la posibilidad de una reacción adversa medicamentosa en pacientes que sigan este tratamiento y presenten color amarillento de la piel de manera súbita, fiebre, tiritona, dolor faríngeo

En caso de deseo de embarazo, este se debe posponer hasta la resolución del hipertiroidismo. El tratamiento ablativo con yodo está contraindicado en el embarazo, e incluso 6-12 meses después del tratamiento se contraindica la gestación por el riesgo de malformaciones fetales.

Tratamientos de la enfermedad de Graves-Basedow

La enfermedad de Graves-Basedow es potencialmente curable y existen varias opciones de tratamiento para controlar la sobreproducción de hormonas tiroideas según el paciente: Antitiroideos, terapia con yodo radioactivo y finalmente tiroidectomía (extracción de la glándula tiroidea).

1. Fármacos Antitiroideos

Los antitiroideos como metimazol o propiltiuracilo son fármacos que suelen mantenerse durante unos 12-18 meses o hasta que la función tiroidea se estabilice, además de requerir controles periódicos tras finalizar el tratamiento para descartar recidivas de la enfermedad o aparición de hipotiroidismo por la inflamación prolongada de la glándula.

Se puede asociar a este tratamiento otros fármacos como betabloqueantes o ansiolíticos para el control de los síntomas más molestos de la enfermedad, como: palpitaciones, temblor, sudoración, nerviosismo o insomnio. Estos fármacos sin embargo no reducen la cantidad de hormona tiroidea en sangre.

2. Yodo Radioactivo

Otra opción de tratamiento es la destrucción del tiroides con yodo radiactivo, que reduce la cantidad de hormona tiroidea de forma rápida y segura ya que las células tiroideas necesitan yodo para sintetizar estas hormonas. Se administra el yodo por vía oral o intravenosa y éste daña las células lentamente. Después se suelen administrar medicamentos antitiroideos y también se realizan controles para valorar la respuesta del tiroides al tratamiento.

No se recomienda la administración de yodo radioactivo durante el embarazo o la lactancia, en niños o en personas alérgicas al yodo.

3. Cirugía

La cirugía es una opción terapéutica en casos en los que los tratamientos anteriores no sean efectivos, si se producen efectos adversos o si se rechaza el tratamiento con yodo radiactivo. La cirugía puede ser una tiroidectomía parcial o total y en función de esto, posteriormente el paciente necesitará que se le administre hormona tiroidea (levotiroxina) ajustada a sus necesidades, para lo que se realizarán controles periódicos de por vida.

4. Tratamiento para la oftalmopatía tiroidea

El tratamiento de la oftalmopatía tiroidea será abordado por el oftalmólogo e incluye desde lágrimas artificiales, colirio de guanetidina, antiinflamatorios y medidas de protección de la luz, hasta en casos más severos, el uso de glucocorticoides para producir inmunosupresión e incluso cirugía de los párpados, de los músculos oculares o de la órbita.

5. Tratamiento para el Mixedema Pretibial

El mixedema pretibial se trata de forma local con cremas, pomadas…

Alimentos que consumir y que evitar en la enfermedad de Graves

En pacientes con enfermedad de Graves se recomienda reducir el consumo de alimentos ricos en yodo, como sal yodada, pescados y mariscos en general (almejas, berberechos, ajo, cigalas, langostinos, gambas…), ajo, acelgas, judías verdes, lechuga, escarola...

El brócoli o la coliflor se han relacionado con reducción de la síntesis de hormona tiroidea, por lo que estaría recomendado su consumo.

También es importante consumir cantidades adecuadas de alimentos ricos en calcio y vitamina D, ya que la sobreproducción de hormonas tiroideas puede generar osteoporosis. Algunos alimentos ricos en calcio son los quesos, yogur, sardinas, almendras, avellanas, legumbres… y el salmón, los huevos y las setas aportan cantidades adecuadas de vitamina D.

¿Cuándo acudir al médico?

Es recomendable consultar con un médico cuando aparezcan los síntomas descritos anteriormente (palpitaciones, sudoración excesiva, pérdida de peso con sensación de hambre, nerviosismo…) y estos no sean atribuibles a otras causas conocidas, o si aparecen síntomas compatibles con las complicaciones graves mencionadas.

Se debe buscar atención médica urgente si aparecen alteraciones relacionadas con el corazón como latidos muy rápidos e irregulares o dolor en el pecho y alteraciones visuales como visión doble o pérdida de visión.

Esperamos haber resulto tus dudas sobre la enfermedad de Graves, síntomas y causas. Recuerda que en DoctorGO dispones de médicos online para atenderte en menos de 2 minutos y sin tener que salir de casa.

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Bibliografía
  • Harrison’s: Principios de Medicina Interna, 20ª edición. JL Jameson, A Fauci, D Kasper, S Hauser, D Longo, J Loscalzo. McGraw Hill, 2019.
  • Farreras-Rozman: Medicina Interna, 18ª edición. C Rozman, F Cardellach, JM Ribera, A de la Sierra. Elsevier 2016.
  • Manual Washington de especialidades clínicas: Endocrinología, 4ª edición. TJ Baranski, JB McGill, JM Silverstein. Lippincott Williams & Wilkins (LWW) 2019.