¿Qué es el resfriado común?

Son infecciones respiratorias de vías altas en los que se produce una inflamación de la mucosa respiratoria. Son muy frecuentes en los niños, ya que son un grupo especialmente susceptible por la falta de desarrollo de inmunidad ante la mayor parte de los virus causantes y a la baja memoria inmunológica en las edades tempranas de la vida.

Causas del resfriado

El resfriado común está producido por virus, hasta más de 200 diferentes. Los rinovirus son la causa más frecuente del resfriado, aunque también son producidos por coronavirus, el virus respiratorio sincitial, adenovirus, enterovirus... Los catarros son más frecuentes en otoño e invierno. Y esto es así porque los virus sobreviven mejor a bajas temperaturas. Además, tendemos a estar más tiempo en sitios cerrados lo que facilita que los virus circulen y se propaguen con facilidad.

Por cierto, los catarros no ocurren porque los niños "se enfríen" o por andar descalzos. Aunque sí es cierto que los catarros suelen producirse en los meses fríos, realmente los catarros se producen por virus.

Síntomas resfriado común

Los síntomas típicos son moco nasal, tos y dolor de garganta. El moco inicialmente puede ser líquido y transparente, y progresivamente volverse más espeso o adquirir un aspecto más amarillo o verdoso, sin que esto signifique que hay sobreinfección bacteriana. La tos, inicialmente puede ser seca y posteriormente volverse más productiva. Puede asociar estornudos, lagrimeo y congestión ocular. Los catarros pueden cursar con fiebre o sin fiebre, siendo más habitual que aparezca entre los 3 meses y los 3 años. Es normal que el niño esté algo más decaído y que no tenga mucho apetito.

¿Cuánto dura el resfriado común? - Evolución del resfriado común

Los catarros tienen una duración autolimitada, que oscila entre los 7 y 10 días. Después suele quedar una tos residual, sobre todo nocturna, que puede durar hasta tres semanas, sin que signifique que exista sobreinfección. A veces durante este tiempo de convalecencia aparece una nueva infección, por lo que da la falsa sensación de que hay un empeoramiento, cuando realmente se trata de un proceso diferente. Por eso a veces parece que el niño está con tos y moco continuamente.

¿Gripe o resfriado? Principales diferencias

La gripe muchas veces se confunde con otros procesos respiratorios virales en los niños, pero la gripe no es un catarro. Aunque ambas son enfermedades producidas por virus, la gripe se caracteriza por fiebre alta de inicio súbito que puede durar varios días y por producir más afectación sistémica: mucho malestar general, dolor muscular o de articulaciones (el niño dice que “le duele todo”), dolor de cabeza y síntomas respiratorios leves o ausentes. En los catarros el moco nasal y la tos son los síntomas principales. Además, la fiebre de la gripe suele presentarse antes de los síntomas catarrales y en el resfriado suele ser al revés.

resfriado ninos

¿Cómo prevenir el resfriado?

La infección se transmite a través de contacto directo con secreciones de las vías respiratorias infectadas, que se expulsan al toser, hablar, estornudar... o también mediante contacto con las manos o a través de objetos o superficies contaminadas. Por eso la medida más eficaz para evitar el contagio es el lavado de manos frecuente.

Los productos que dicen “aumentar las defensas” para la prevención de las infecciones no han demostrado eficacia. Los suplementos de vitaminas tampoco. Lo ideal es tomar las vitaminas a través de la dieta, en el contexto de una alimentación sana y equilibrada.

Tratamiento y medicamentos para el resfriado

El tratamiento de los resfriados o catarros es sintomático, es decir, va dirigido al alivio de los síntomas como:

1. Lavados nasales

Para tratar la obstrucción nasal pueden usarse lavados nasales con suero. Tienen una doble función, por una parte arrastran la mucosidad nasal que obstruye la vía aérea y por otro hidratar el moco, haciendo que sea más fácil expulsarlo al exterior. Se pueden realizar a demanda, pero es aconsejable realizarlos sobre todo antes de comer y antes de dormir.

2. Medicamentos

La realidad es que los mucolíticos, anticatarrales, antitusígenos y demás fármacos similares no se ha visto que sirvan de mucha ayuda. Es más, pueden producir efectos secundarios indeseables, sobre todo en los niños más pequeños, por eso no se recomiendan en menores de 6 años, y especialmente en menores de 2. Los antitérmicos como el paracetamol o el ibuprofeno los daremos solo en caso de fiebre o para aliviar el dolor.

¿Y los antibióticos? De entrada, no son útiles, ya que los catarros o resfriados son producidos por virus, y los antibióticos son fármacos que "matan" bacterias. Y no, el moco verde no es indicativo de que el niño necesita antibiótico.

3. Hidratarse

Es recomendable mantener al niño bien hidratado. El único mucolítico que ha demostrado su eficacia de forma concluyente el agua. Por eso, ante un resfriado, los pediatras recomendamos beber mucha agua.

Consejos para aliviar la tos

Un truco que podría resultar efectivo es la ingesta de miel para la tos. Se ha visto que tomar una cucharadita de miel cada 8 horas es útil en el control de la tos seca, pero debe evitarse en los menores de un año. Y, sobre todo, lavarse los dientes después al ser un alimento rico en azúcares.

También podemos mantener incorporado al niño durante la noche para que el moco no gotee sobre la garganta y produzca la tos. En menores de 2 años lo podemos hacer colocando un cojín o unas toallas debajo del colchón, no más de 30º para que el cuello no quede muy flexionado hacia delante. En mayores de 2 años se puede colocar una almohada, de modo que también sus hombros queden encima.

¿Qué no hacer?

El uso de la cebolla es un remedio muy extendido, pero no tiene evidencia científica que respalde su utilidad. Lo mismo ocurre con las infusiones, los vapores de eucalipto o los ungüentos para aplicar en el pecho. Tampoco está recomendado el uso de los “sacamocos”, ya que puede irritar todavía más la mucosa nasal y favorece el desarrollo de otitis. Tampoco es necesario quitar la leche durante los catarros. Aunque es un mito muy extendido, la leche no produce mocos.

¿Cuándo debemos acudir al médico?

Debemos acudir al médico o al pediatra en los siguientes casos:

  • Dificultad respiratoria: respiración muy agitada o rápida, las costillas se marcan, se hunde el hueco del cuello que hay encima del esternón, se mueve mucho el abdomen...
  • Mal estado general, decaimiento o irritabilidad difícil de calmar.
  • Fiebre en menores de 3 meses
  • Fiebre alta y mantenida durante más de 3 días
  • Dolor de oídos y/o supuración
  • La tos empeora con el paso de los días o persiste durante más de 10-15 días