¿Qué son los sofocos en la menopausia y por qué se producen?

Son uno de los primeros síntomas que suelen experimentar las mujeres al alcanzar la menopausia. Se desconoce con total exactitud porque aparecen ya que no todas las mujeres los padecen al llegar a esta etapa, pero la mayoría de teorías los asocian a la bajada de estrógenos característica de este ciclo produciendo una mayor liberación de calor.

Principales síntomas de los sofocos

Los síntomas de los sofocos más frecuentes son:

  • Sensación de calor repentina que afecta con mayor intensidad al pecho, cuello y cara.
  • Sudoración.
  • Enrojecimiento de la zona afectada.
  • Sensación de ansiedad.
  • Aumento en la velocidad en la que late el corazón.

¿Cómo son los sofocos de la menopausia?

La frecuencia e intensidad de los sofocos dependerá de cada mujer. Por norma general, suelen durar menos de 5 minutos, aunque en algunos casos pueden superarlos hasta alcanzar los 30 minutos. La mayoría de mujeres reconoce sufrir algún sofoco a lo largo del día y podrían durar desde 2 años a más de 10 años.

Diferencia entre sofocos y sudores

A continuación, explicamos de forma detallada mediante las definiciones obtenidas a través de la RAE las diferencias entre sofoco y sudor:

  1. Sofoco: “sensación de calor, muchas veces acompañada de sudor y enrojecimiento de la piel, como la que suelen sufrir las mujeres en la época de la menopausia”.
  2. Sudor: “líquido claro y transparente que segregan las glándulas sudoríparas de la piel de los mamíferos y cuya composición química es parecida a la de la orina”.

Sudores nocturnos

Son los conocidos sofocos o sudores nocturnos, funcionan de la misma forma que durante el día solo que aparecen por la noche y pueden alterar el ciclo del sueño ocasionando: dificultad en la conciliación o sueño interrumpido.

Aunque la menopausia suele ser uno de los primeros motivos, también pueden suceder por: exceso de calor en la habitación, consumo de alimentos picantes, cafeína, alcohol, la ansiedad y el estrés, entre otros.

Tipos de sofocos en la menopausia

Por norma general se distinguen dos tipos de sofocos como estamos recogiendo a lo largo de este artículo:

  1. Sofocos a lo largo del día.
  2. Sofocos nocturnos.

Pero a la hora de catalogarlos en los cuestionarios de calidad de vida en la menopausia se diferencian en leves, moderados o graves, según la intensidad y la frecuencia con la que aparecen.

Causas de los sofocos

Como comentábamos anteriormente, la causa de los sofocos en la menopausia, vendría ocasionada por la liberación de calor conocida como sofoco que tendría la función de enfriar el cuerpo cuando el hipotálamo, región del cerebro encargada de controlar la temperatura corporal que cree reconocer un exceso de calor.

¿Cuándo aparecen los sofocos?

Varios estudios llegan a la conclusión de que los sofocos suelen manifestarse 2 años antes de establecerse la menopausia, alcanzan su máximo 1 año después y van disminuyendo durante los siguientes 10 años, aunque dependerá mucho de cada mujer; de su estado de salud y sus hábitos. La media recoge que podrían durar en torno a 4 años.

Sofocos sin menopausia

Pese a que uno de los principales motivos de los sofocos son la menopausia, existen otros motivos por los que podrían aparecer:

  • En ciertas enfermedades como el hipertiroidismo.
  • Por estrés y/o ansiedad.
  • Como efecto secundario a algunos medicamentos.
  • En respuesta al consumo de alcohol.
  • Tras consumir glutamato monosódico (“síndrome del restaurante chino”). El glutamato monosódico es un potenciador del sabor (aditivo) utilizado en algunos productos procesados y que a menudo añaden a la comida de restaurantes chinos. Entre sus síntomas se encuentran; sensación de ardor, enrojecimiento en la zona de la cara, sudoración, dolor de cabeza, etc.
sofocos sin menopausia

¿Cómo aliviar los sofocos de la menopausia?

Existen dos tipos de terapias a la hora de poder tratar los sofocos en caso de ser necesario:

  1. La terapia hormonal: tras un estudio previo de la paciente, el ginecólogo le pautará una terapia hormonal que consiste en incluir estrógenos, normalmente, para regular los sofocos.
  2. La terapia no hormonal: el ginecólogo o profesional sanitario cualificado, bien porque la paciente no pueda recibir tratamiento hormonal o porque decida que quiere otra alternativa, le pautará alguna de las opciones naturales con evidencia científica para el tratamiento de los sofocos.

Tener hábitos saludables

Es un aspecto clave a la hora de disminuir el riesgo de poder tener sofocos o mayores complicaciones durante la menopausia:

  • Mantener una composición corporal saludable (entre un 23%-35% de grasa corporal).
  • No ser fumadora.
  • Ser activa (evita el sedentarismo)

Cambios en la dieta

Hay alimentos para la menopausia que deberíamos de tener en cuenta como el aumento de fitoestrógenos presentes en legumbres y verduras, reducir el consumo de alimentos procesados e incluir correctamente las cantidades de proteína diarias ya que en esta etapa es muy común reducir su ingesta (mínimo habría que alcanzar los 0,8g de proteína x peso de la mujer).

Junto a estos cambios a tener en cuenta, es importante recordar que una dieta siempre tiene que estar pautada por un nutricionista, especialmente en casos de enfermedad y/o requerimientos especiales.

Infusiones para sofocos

Aunque la terapia no hormonal se basa en el tratamiento mediante plantas y/o compuestos naturales que tienen propiedades aptas para aliviar síntomas de la menopausia como los sofocos, no todas las opciones que vamos a encontrar en el mercado son seguras y eficaces para ello. En el caso de las infusiones las concentraciones de los ingredientes son muy pequeñas y, además, habría que estudiar si tienen alguna efectividad y si, no suponen un riesgo para la paciente.

Remedios caseros

  • Lleva un abanico siempre contigo
  • Hidrátate bien con agua
  • Usa ropa poco ajustada y fácil de quitar si es necesario
  • Ventila la habitación antes de ir a dormir

Consejos y recomendaciones

  • Evitar el alcohol
  • Evitar los alimentos picantes
  • No abusar del café
  • No eliminar grupos de alimentos sin ningún tipo de asesoramiento por parte de un nutricionista
  • Mantener una alimentación variada y equilibrada
  • Realiza actividad física de forma regular
  • Tener cuidado con los ayunos prolongados y con los picoteos de dulces y productos refinados ya que pueden aumentar la aparición de los sofocos

¿Cuándo acudir al ginecólogo?

Si notas que tus sofocos o síntomas interfieren en tus actividades diarias, afectan a tu calidad del sueño o te limitan de alguna forma, sería interesante que consultes con el ginecólogo para poder valorar tu caso y las posibles opciones de tratamiento.

Bibliografía
  • Takahashi, T. A., & Johnson, K. M. (2015). Menopause. The Medical clinics of North America, 99(3), 521–534. https//doi.org/10.1016/j.mcna.2015.01.006
  • https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hot-flashes/symptoms-causes/syc-20352790#:~:text=Un%20sofoco%20es%20la%20sensaci%C3%B3n,corporal%2C%20despu%C3%A9s%20puedes%20tener%20escalofr%C3%ADos.
  • https://www.rae.es/
  • https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/sofocos